El
martes pasado pudimos observar el tercer y último debate presidencial, en donde
se generaron múltiples opiniones. No vamos a comentar quien gana o pierde ya
que la mayor participación fue de los moderadores y sinceramente todos los
candidatos quedaron mucho a deber, sobre todo en materia de salud. En el tercer
y último debate, los bloques temáticos que presentaron fueron: Crecimiento económico, pobreza y
desigualdad, educación, ciencia y tecnología, salud, desarrollo sustentable y
cambio climático. Analicemos las propuestas en lo que a salud respecta, veamos.
El sistema de salud,
con todo y acusaciones de corrupción, así como la prevención de adicciones y
enfermedades como la obesidad y diabetes, fueron los temas que abrieron el
tercer segmento del debate presidencial.El periodista Leonardo Curzio expuso a
los candidatos que a pesar del discurso de los últimos gobiernos sobre una
"amplia" cobertura del sector salud, hay 20 millones de personas que no
tienen acceso a este sistema, y es que acceso y cobertura no son la misma cosa,
pero se ha tergiversado dentro del discurso.
José Antonio Meade, dijo que "uno de los ejes centrales de nuestra
propuesta de salud es que cada mexicano vaya a la clínica de su preferencia:
IMSS, Seguro Popular o ISSSTE”, y todos, aseguró, estarán 100% equipados. A lo
que el candidato López Obrador, menciono que ya contaba con un inventario de
hospitales prácticamente vacíos (35). Para asegurar que todos los hospitales
cuenten con equipo al 100% como lo asegura Meade, primero deben estar
acreditados, para posteriormente evaluarse cada determinado tiempo y así poder
ofrecer una cobertura de calidad y contar con un flujo económico administrativo
que fluya a una atención oportuna y de calidad y no a otros rubros que nada
tienen que ver con salud. Comentario que posteriormente se refirió el candidato
independiente, Jaime Rodríguez Calderón el cual planteo "modificar la
Constitución y tener acciones de salud pública", dijo que los principales
problemas en este rubro es la burocracia: "ponen a políticos a dirigir el
sistema de salud, y no a los expertos". ¿Tiene razón? Juzgue usted
estimado lector. En cuanto a las acciones de salud pública tiene mucha razón;
¿Cuánto se habrá destinado del ingreso recaudado a las bebidas y alimentos con
alto contenido calórico? Al momento ni la cámara de diputados, ni el senado ni
nadie ha realizado un informe al respecto, y tampoco se “siente” que el sistema
tenga alguna mejoría posterior a dicho impuesto. No existe una campaña de
alimentación correcta a nivel nacional y tampoco de cambio de hábitos
saludables; por el contrario vemos diariamente como la drogadicción, y el
sedentarismo son acciones que la población ve como “normal”, que decir de los hábitos
alimenticios en donde a medio día en toda mesa de las familias no falta una
botella de la famosa bebida de cola (así lo ha manejado el exitoso marketing de
FEMSA). El candidato Ricardo Anaya, planteó que "el expediente clínico
electrónico es el primer paso para una auténtica convergencia para que la gente
pueda ir de manera indistinta a cualquier hospital".Esta propuesta es,
básicamente, integrar todos los sistemas de salud: IMSS, ISSSTE y Seguro
Popular. Y no le falta razón, sin embargo en la actualidad y de acuerdo a la
ley general de salud, el ciudadano se puede atender en cualquier unidad;los administrativos
que dirigen nosocomios resolverán el problema administrativa y financieramente
(claro, si supieran como).
Lo cierto es que hay
mucho cabo suelto en sus promesas, lo principal es universalizar los servicios,
certificar y acreditar las unidades y sobre todo colocar personal calificado a
dirigir el sistema de salud pública y no “políticos” que van y vienen cada tres
o seis años. El presupuesto es importante, México destina el 3.1 del PIB a salud en comparación con Canadá (7.8) o
Japón (9.1) para darnos una idea. Ningún candidato lo mencionó, entonces ¿les
importara? Yo pienso lo mismo, lamentable situación.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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