El presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, ha estado preocupado por lo que se vive en su
país, ¿y cómo no? Ya que cada vez es más frecuente que las conductas inusuales
en los jóvenes y aberraciones como el manejo de armas por parte de escolares
sean noticia en el país vecino; por lo que durante una reunión sobre seguridad
escolar que se llevó a cabo en la Casa Blanca, mencionó que el país tiene que
involucrarse en lo que los jóvenes ven ¿apenas se dio cuenta de la importancia del
cuidado de sus niños?
El nivel de
violencia actual de los videojuegos está moldeando los pensamientos de los
jóvenes, eso hay que tenerlo claro, el mundo virtual es precisamente eso, un
mundo que no existe, pero eso, usted y yo lo comprendemos por haber vivido una
infancia distinta y ser testigos a la vez de la transición del cambio
generacional; para los hoy niños ya el mundo virtual crea confusión y desvirtúa
a la realidad como tal. Uno de los argumentos recién declarados por el
presidente Trump tenía el sustento de que no dejaban ver a los niños escenas de
sexo, pero si escenas de asesinatos (su punto de vista, no muy convincente). La
asociación de psicólogos reportó que más del 90% de los niños de Estados Unidos
juega videojuegos. En el caso de los niños de entre 12 y 17 años, la cifra
aumenta al 97%. Lo más importante es que el 85% o más de los videojuegos en el
mercado contienen violencia en alguna forma. Al parecer, los títulos lo dicen
todo: Cacería humana, Equipo de guerra, Combate mortal. Sin embargo, los
jugadores tienen que ir a la batalla hasta en el aparentemente benigno juego de
Pokémon. La Asociación de Psicología de Estados Unidos señaló en agosto de
2015, en un comunicado sobre políticas, que las investigaciones han demostrado
la relación entre el uso de videojuegos violentos y el incremento en la
conducta agresiva y el decremento de la conducta social, la empatía y el
compromiso moral. Para el 2016 la Academia Estadounidense de Pediatría advirtió
que los contenidos violentos eran mal ejemplo para los niños. La academia
señaló que los videojuegos no deberían recurrir a blancos humanos o vivientes
ni dar puntos por matar porque esto enseña a los niños a relacionar el placer y
el éxito con su capacidad de causar dolor y sufrimiento a los demás. Algunos
sociólogos han presentado resultados más inesperados; algunos estudios
han revelado la relación entre los niños que juegan videojuegos violentos y la
conducta violenta. Los niños a los que les gusta jugar videojuegos violentos
podrían tener una predisposición a la agresión ¿y cómo no? ¡Si es lo que les
están enseñando e inculcando! Un estudio económico que se publicó en febrero de
2016 aportó resultados distintos pero cuestionables en “defensa” de los
videojuegos, este estudio fue pagado por empresas como Nintendo, Microsoft, etc.
Se analizaron los delitos violentos cometidos una semana después de la salida a
la venta de videojuegos populares. Al revisar tanto las ventas como las tasas
de delitos, los autores descubrieron que la violencia social en general se
redujo en las semanas que siguieron al estreno de un videojuego popular,
mencionaba que los videojuegos ayudaban a la “catarsis” (¿?). Los autores
reconocen que obviamente, con esto no se descartan los efectos a largo plazo.
Pese a ello, defienden los juegos que ofrecen catarsis que les permiten a los
jugadores desahogar su agresión con seguridad. Es decir, son permisivos con su
violencia.
Tanto la
asociación de psicología como la Academia Estadounidense de Pediatría
recomiendan a los padres de familia que se interesen activamente y que vigilen
qué juegos juegan sus hijos. Este consejo tan sencillo sin una prohibición
total podría ser la mejor solución, al menos para regular. Aunque el presidente
menciona que los mismos videojuegos se juegan en otros países y solo Estados
Unidos cuenta con estos índices de violencia, pero la diferencia es que los
otros países cuentan con una regulación estricta de armas y Estados Unidos no.
Finalmente en lo que se observa tanto en el país vecino como en los demás como
el nuestro es la actual crisis de valores y que generaciones como la nuestra,
les cuesta transmitirlos a las generaciones venideras. Usted estimado lector,
¿sabe que ven sus hijos?
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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