Datos epidemiológicos
nacionales recientemente publicados, enfatizan y dan cifras preocupantes de la
prevalencia de las enfermedades crónicas. En general, se puede afirmar que la
prevalencia de estas, denotan un crecimiento porcentual importante, sobre todo
cuando se comparan con años anteriores. Una grave consecuencia de este aumento
en la prevalencia de este grupo de enfermedades, es el incremento exponencial
en la tasa de sus complicaciones, ocupando ya, en la república mexicana, la primera
causa de morbilidad y mortalidad del adulto entre 20 y 69 años.
Una fracción muy importante del
presupuesto destinado al sector salud, es sin duda, principalmente absorbido
por enfermedades como la Diabetes e Hipertensión arterial y sus complicaciones
(aterotrombosis, cardiopatía hipertensiva, aterosclerosa o isquémica,
insuficiencia renal terminal, insuficiencia cardíaca, ceguera, amputaciones,
trastornos neuropsiquiátricos degenerativos, enfermedad pulmonar, enfermedad
vascular cerebral, entre otros). Siendo además, las principales generadoras de
incapacidad e invalidez, afectando tanto al grupo poblacional económicamente
activo como al grupo de la tercera edad. El costo de su atención es
multimillonario, y en general al tratarse de padecimientos no curables, sino
únicamente controlables, requerirán generalmente de atención médica y
tratamiento farmacológico de por vida. A través de un video publicado en sus
redes sociales, López Obrador recetó al Primer Mandatario un “medicamento” que
muy probablemente él toma. El amlodipino se usa sólo o en combinación con otros
medicamentos para tratar la hipertensión y la angina (dolor en el tórax) y para
el tratamiento de los ataques cardíacos, pertenece a una clase de medicamentos
llamados bloqueadores de los canales del calcio. Disminuye la presión arterial
al relajar los vasos sanguíneos para que el corazón bombee de manera más
eficiente y controla el dolor en el tórax al aumentar el suministro de la
sangre al corazón. Si se toma regularmente, el amlodipino controla el dolor en
el tórax, pero no lo detiene una vez que ya ha comenzado. Su doctor podría
prescribirle un medicamento diferente para tomar cuando tenga este dolor; viene envasado en forma de tabletas para
tomar por vía oral. Por lo general se toma una vez al día. Para ayudarle a
acordarse de tomar el medicamento, tómelo a la misma hora todos los días. Siga
cuidadosamente las instrucciones y pregúntele a su doctor cualquier cosa que no
entienda. Su doctor podría comenzar con una dosis baja y aumentarla de manera
gradual o bien, combinarlo con otro para aumentar la efectividad. El fundador
de MORENA (y futuro candidato) sabiéndose puntero y mofándose de su holgada
ventaja recomendó tomar éste medicamento al presidente para “relajarlo” sin
embargo la realidad es que no “relaja” la prescripción es más que estricta y se
tiene que justificar su uso ya que, -como todo medicamento- tiene sus
beneficios (siempre y cuando este bien indicado) y contraindicaciones. El
medicamento cuenta con efectos adversos tales como: inflamación (hinchazón) de
las manos, pies, tobillos o piernas, cefalea (dolor de cabeza), malestar
estomacal, dolor de estómago, mareos o náuseas, somnolencia (sueño), cansancio
excesivo, rubor.
En virtud de lo anterior, entre
otras razones, el Amlodipino comparte la categoría de fármaco de primera
elección, en todas las recomendaciones de expertos, en el tratamiento no solo
de la hipertensión, sino también de la angina de pecho. La prescripción debe
ser por un médico y su uso, debe de ser también, justificado.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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