domingo, 24 de septiembre de 2017

La dieta adecuada.

Nuestra población en México y en muchos países en desarrollo experimentan un cambio que va del consumo de comidas tradicionales al de alimentos industrializados altos en azúcar, grasa y sal; comida rápida, comida procesada para agilizar y facilitar su transporte y sobre todo conservadores para prolongar su estancia en las tiendas pero que son ricos en sodio causando daños al organismo de manera considerable. A esto se atribuye, en parte, el dramático incremento en la prevalencia de obesidad y enfermedades crónicas, somos el país más obeso y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial, continua en aumento y no se ve la manera de que el gobierno establezca medidas de contención que detenga esta epidemia. Para atender estos problemas de salud pública, la estrategia actual se ha enfocado en promover la alimentación “saludable” a través de recomendaciones a la población sobre qué alimentos consumir o qué dieta seguir. Tales recomendaciones aíslan los alimentos de su contexto sociocultural. ¿Qué dieta elegir? ¿Cuál es la mejor? ¿Estamos informados?

Aunque la gente piensa en fruta, vegetales y agua cuando se refiere a comida saludable, no hay una relación clara de las recomendaciones y las costumbres alimentarias de la población. Por ejemplo, en una comunidad una persona comenta que no podía comer saludable porque no le alcanzaba el dinero para comprar pan integral y jamón de pavo, y que sólo podía comer tortilla, papa y quelites (lo cual es muy nutritivo). El hecho de que las tradiciones alimentarias satisfagan las necesidades nutricionales refleja la sabiduría popular en elegir sus alimentos y preparaciones. Sin embargo, las comidas caseras típicas compiten contra la alta distribución de alimentos industrializados en las localidades (y no solo despensas que se entregan en campañas electorales). Los alimentos procesados son intensamente promovidos y presentados de forma positiva al público y la gente, por conveniencia, termina adquiriéndolos ¿Cuántos de ustedes consumen refresco diariamente? ¿Sopas instantáneas? ¿Alimentos congelados? El presupuesto de la industria alimentaria para marketing de alimentos procesados es muchas veces mayor al destinado para promover la alimentación saludable. El papel de la industria alimentaria en la promoción de la alimentación no saludable ha sido poco señalado y el destino del impuesto a las bebidas azucaradas pareciera ser incierto. La estrategia informativa actual para que los individuos mejoren su alimentación continuará siendo ineficaz en tanto la alta oferta de alimentos no saludables continúe. Además, mientras la ciencia médico-nutricional busca insistentemente causas únicas, la causalidad de enfermedades se ha tornado muy compleja. La evidencia es inconsistente y escasa, y la falta de una base científica sólida limita el regular por esta vía a la industria alimentaria. Ante este escenario, son necesarias nuevas perspectivas para guiar las políticas contra las enfermedades crónicas en la población.

El alcance de la intervención en materia alimentaria debiera extenderse hacia los determinantes socioculturales y económicos, hábitos tan básicos como realizar actividad física, consumir vegetales, frutas de temporada, mantenerse hidratado con agua (no bebidas azucaradas) etc. Mantienen un organismo saludable y mantienen a raya enfermedades como hipertensión o diabetes. Esto incluye proteger las tradiciones alimentarias a través de mayor promoción entre la población, además de mejor regulación a la industria alimentaria para que los alimentos ofrecidos al público sean nutritivos, consumir tortillas (en proporciones adecuadas) nopales, quelites, vegetales de hoja verde, carnes magras y aves de corral de preferencia los que crecen en algún rancho de la localidad, hace que predomine la salud alimentaria y esto genera una salud a mediano y largo plazo que evitará que muchas enfermedades lleguen con el tiempo. Usted, estimado lector;  ¿Qué comió el día de ayer?

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


sábado, 16 de septiembre de 2017

Un dolor de cabeza.

El dolor de cabeza constituye uno de los motivos de consulta más comunes por el cual las personas acuden a los servicios médicos. Dicha condición se convierte en un desafío a diario para los médicos, por esto es de vital importancia el conocimiento de su presentación clínica, signos de alarma y métodos diagnósticos, para así lograr un enfoque clínico con miras a un diagnóstico y manejo oportuno, ya que incluso las lesiones cerebrales silenciosas han demostrado ser un factor de riesgo para sufrir no solo de episodios de este tipo de padecimientos sino también de discapacidad, deterioro cognitivo y demencia. El dolor de cabeza al constituirse en uno de los motivos de consulta más comunes por el cual las personas acuden a los servicios de urgencia. Al menos la tercera parte de la ha sufrido de dolor de cabeza en alguna ocasión ¿A quién no le ha dolido la cabeza?

En niños la prevalencia es menor a los 7 años y aumenta entre los 7 y 15 años, siendo esta mayor en hombres que en mujeres, y posterior a los 7 años se iguala. Luego de la pubertad ésta relación varía sustancialmente y se estima que es de 3 mujeres por cada hombre. Estudios realizados en México arrojan que las personas que más sufrían de cefalea tenían como nivel de escolaridad la secundaria, eran casados y residían en la zona urbana, lo que genera una reflexión sobre los estilos de vida y su posible asociación con el desarrollo de este padecimiento. Dentro del grupo de las causas de los dolores de cabeza como tal, se encuentran las migrañas en sus diversas modalidades que es una causa de dolor de cabeza bastante frecuente, la migraña es predominantemente femenina, las mujeres en comparación con los hombres tienen una prevalencia de migraña al año casi tres veces mayor que los hombres. Es además una causa importante de discapacidad, trae consigo consecuencias a nivel personal, ya que los individuos que la padecen poseen un continuo miedo por la aparición de nuevos episodios, lo que frecuentemente afecta sus relaciones sociales, familiares y sus actividades laborales, generando así un deterioro en su calidad de vida. La migraña es un dolor de cabeza frecuente e incapacitante. Sus síntomas son variados pero entre los más comunes se encuentran: sensación de un dolor de cabeza asociado a ciertas características como sensibilidad a la luz, al sonido o al movimiento; y que puede acompañarse de náuseas y vómito. Es importante también, tener en cuenta que algunas personas pueden presentar síntomas que preceden a los ataque de migraña cuya duración es de horas a días, mejor conocidos como “aura”; entre estos se encuentran: Dolor, cansancio o molestia en los ojos, sensación de pulsación en la frente, irritabilidad, entre otros. Lo anterior, posibilita la utilización de tratamientos previo a la fase de dolor y por ende prevenir los ataques de migraña proporcionado alivio, antes de que se presente el dolor intenso. El diagnóstico es complejo, y existen otras causas de dolor de cabeza como la  tensional que es una de las entidades más difíciles de diagnosticar, algunos autores refieren que sus límites son difusos y que en varias ocasiones la imprecisión en su diagnóstico podría enmascarar a pacientes con antecedentes claros de migraña, aunque tengan un padecimiento de características tensionales a diario. Esta se presenta en menor proporción pero también principalmente en mujeres; se presenta 15 días o más al mes en los últimos tres meses y aparece o empeora con la ingesta excesiva y crónica de determinados fármacos habitualmente utilizados para el tratamiento de los dolores de cabeza.

Es importante tener en cuenta, que durante muchos años se asumió erróneamente que la presión arterial alta era uno de los factores de riesgo más comunes para presentar dolor de cabeza, sin embargo, varias publicaciones han demostrado lo contrario. El dolor de cabeza constituye uno de los motivos de consulta más comunes por el cual las personas acuden a los servicios médicos y en definitivamente es un síntoma y no un diagnóstico. Este trastorno complejo tiene múltiples causas y desenlaces, que pueden llevar a situaciones algunas simplemente tratables y otras, por el contrario pueden incluso llegar a ser fatales. Por ende, una adecuada y completa valoración por parte del clínico permitirá un correcto manejo desde el primer acercamiento al paciente a través de un enfoque práctico y ágil.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

domingo, 10 de septiembre de 2017

La piel.

La piel sana es una barrera contra agresiones mecánicas, químicas, tóxicos, calor, frío, radiaciones ultravioleta y microorganismos patógenos. Además, la piel es esencial para el mantenimiento del equilibrio de fluidos corporales actuando como barrera ante la posible pérdida de agua (sudor o por evaporación), el mantenimiento del equilibrio térmico y la transmisión de una gran cantidad de información externa que accede al organismo por el tacto, la presión, temperatura y receptores del dolor. Es más, prueba de que la piel juega un papel muy importante en nuestra función de relación es que exteriorizamos nuestro estado emocional por la piel: nos sonrojamos, palidecemos, nuestro pelo se eriza y emanamos olor (feromonas). Razón de más para ponerle atención.

La piel es un órgano complejo que realiza diversas funciones resultantes de reacciones químicas y físicas, entre las que se encuentran:  el servir como barrera ente el medio interno y externo para la protección contra agresiones físicas, químicas y microbiológicas, así como de la radiación ultravioleta que envía el sol; como órgano de percepción, termorregulación, evaporación (ya que impide la pérdida de líquidos), biosíntesis de la vitamina D, blanco de señales  al cerebro, absorción de sustancias, almacén de grasa, excreción por glándulas sudoríparas de diversas toxinas y secreción de aceites naturales, que mantienen una piel tersa y suave que, además, es un componente integral del sistema inmunitario y puede considerarse línea frontal de defensa. Hay una serie de evidencias que respaldan la función inmunológica de la piel, como el hecho de que el brazo de la respuesta inmunitaria ocurre en la piel y no en la sangre, además de que el sistema inmunitario. Entre los principales reportes que describen a la piel como un órgano inmunológico se encuentran los de Fichtelius quien, en el año 1970, propuso que ésta puede considerarse un órgano de primer nivel, comparable al timo, y sugirió que los microorganismos existentes en ella, ante un ambiente linfoide, pueden inducir inmunidad hacia antígenos exógenos, es decir: una barrera de defensa ante factores externos como calor, o sustancias agresoras que pueden ocasionar algún daño. Posteriormente, en 1978, Streilein acuñó el nombre de tejido linfoide asociado a la piel (SALT, por sus siglas en inglés) y describió que las células de defensa que se encuentran en la piel y que drenan este órgano son un complejo celular de localización específica que puede inducir la inmunidad o protección natural. La piel, además de tener una estructura capaz de establecer interacciones entre componentes celulares de la epidermis y la dermis, posee varios tipos de células con potencial para producir o responder a diversos estímulos endógenos o exógenos. La piel es el órgano más grande del cuerpo y, por lo tanto, del sistema inmunitario. El mecanismo de resistencia a infecciones puede dividirse en respuesta inmunitaria innata y adaptativa. La inmunidad innata, también conocida como natural, es la protección con la que nacemos, se considera la primera línea de defensa y está compuesta por células que reaccionan inespecíficamente contra ciertos agresores, e incluye barreras naturales como la piel y las mucosas.

Existen otras funciones protectoras asociadas con la piel como la queratina que es la capa más superficial, la capacidad de recuperación derivada del movimiento mecánico vinculado con la integridad, la cohesión y la descamación, así como su pH ácido, y su capacidad de servir de barrera de hidratación por su característica de repelencia al agua. La piel cumple con los requisitos para ser considerada un órgano inmunológico por su capacidad de inducir respuestas inmunitarias, lo que le permite proteger de ataques externos como radiaciones, infecciones y sustancias ambientales tóxicas e, incluso, contra los tumores; sin embargo, estos mecanismos pueden ocasionar también lo contrario; una barrera muy interesante que requiere los cuidados necesarios para su mantenimiento adecuado como mantenerla limpia, hidratarse frecuentemente, mantener una dieta equilibrada  y utilizar protector solar por arriba de 30 FPS.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Los beneficios del Chocolate

Diferentes estímulos (contaminación ambiental, radiaciones de todo tipo, hábitos tóxicos [tabaquismo, alcoholismo y estupefacientes], alimentación inadecuada, exposición a sustancias tóxicas (fertilizantes y pesticidas), elevado estrés físico o psicológico) pueden alterar el funcionamiento celular normal y provocar un exceso de radicales libres y especies reactivas de oxígeno, lo que resulta en estrés oxidativo, en pocas palabras: desgaste físico. La importancia de las especies reactivas de oxígeno radica en que producen la oxidación de proteínas y ADN. Al alterarse el metabolismo celular inducen la liberación de diversas sustancias que generan la respuesta inflamatoria en el organismo. Tanto daño ocasionado por los factores antes descrito son prevenibles, unos mas que otros; una buena alimentación, ejercicio, dormir adecuadamente producen una disminución de sustancias dañinas incluso, producen otras benéficas para nuestro organismo, incluso el comer chocolate lo hace, si, leyó bien estimado lector: chocolate.

En las últimas dos décadas se ha reconocido la participación del estrés oxidativo y disfunción endotelial en el inicio y evolución de poco más de 100 procesos fisiológicos alterados y múltiples enfermedades. Entre los procesos fisiológicos implicados está el envejecimiento y algunos padecimientos como: aterosclerosis, cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial, inflamación, enfisema pulmonar, neuroinflamación, deterioro cognitivo y bajo rendimiento escolar, demencia senil, enfermedad de Alzheimer o Parkinson. Aunque el panorama no parece muy alentador, no todo está perdido; los efectos biológicos de las especies reactivas de oxígeno en la salud y enfermedad de los seres vivos son regulados por mecanismos intracelulares. Los más importantes se relacionan con un grupo de enzimas denominadas antioxidantes. Con frecuencia estos mecanismos normales se ven rebasados en su capacidad. Desde hace tiempo se conocen compuestos naturales con funciones antioxidantes en forma de vitaminas, minerales u otros nutrientes como: vitamina E, carotenoides, flavonoides, fenoles, fitoestrógenos, selenio, manganeso, ácido lipóico y coenzima Q10, que se encuentran en concentraciones variables en frutas, vegetales, granos y especias aromáticas (clavo de olor, orégano, romero y canela) disponibles en los alimentos comunes. Se han identificado alrededor de 8,000 tipos; no todos han sido estudiados, pero se han demostrado sus efectos positivos para la salud. Los flavonoides, se encuentran en el cacao, los arándanos y el vino tinto. Los efectos del vino tinto en la salud cardiovascular han sido bien estudiados desde su descripción en la década de 1980, con la publicación de la denominada “paradoja francesa.” ¿La recuerda? Es aquella que dice que como los franceses con su alta ingesta de grasas (quesos) tenian una salud cardiovascular tan alta, respuesta: ¡el vino! Recientemente se ha dado importancia a los beneficios del chocolate obscuro para la salud cardiovascular y el sistema nervioso central. Como bebida milagrosa y euforizante, maravilló a los españoles por el uso que le daban los aztecas y cuyos efectos se describieron en los códices Badiano y Florentino. Con el paso del tiempo se ha considerado al chocolate desde una medicina, o solo una bebida euforizante con fines afrodisíacos, hasta ser prototipo de un estilo de vida inadecuado, promotor de caries dentales y obesidad. En las últimas dos décadas se han publicado los efectos benéficos del cacao y el chocolate obscuro para la salud. Con esos datos el chocolate se ha reposicionado en su reputación primaria: un delicioso “alimento-medicina”.

Los efectos del cacao en la cognición y circulación sanguínea cerebral resultan interesantes. Para mantener el funcionamiento óptimo del cerebro es importante tener un flujo sanguíneo cerebral adecuado y asegurar el suministro requerido de oxígeno y glucosa para las neuronas y favorecer la excreción de residuos tóxicos, es decir, actua potenciando el anti envejecimiento, ademas de estimular la perdida de peso por lo que también funciona contra la obesidad. Después de conocer los diversos beneficios para la salud asociados con el consumo de chocolate, resulta ser una delicia gastronómica y un factor potencial para la prevención y tratamiento de algunas enfermedades.

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.