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El crecimiento alarmante del
consumo de drogas en Estados Unidos requiere atención médica urgente, sin
embargo los presupuestos con los que cuenta para su atención es muy bajo y se
encuentran rebasados. No les alcanza para la atención del tratamiento por una
sobre dosis, atención permanente y rehabilitación (pero si les alcanza para
construir un muro) De acuerdo al New York Times el número de muertes por
sobredosis el año pasado va de 59 a 65 mil basados en registros de salud de
varios condados, el departamento del Centro de Enfermedades, Control y
Prevención contarán con la información a finales del año en curso. La epidemia
de los opioides es tan grave que personas colapsan en restaurantes, tiendas o
pasillos debido a sobre dosis en donde la sustancia mas común es la droga sintética de fentanyl o
algún derivado. La ONU en su informe menciona que 60% de las muertes por sobre
dosis son por consumo de medicamentos para dolor altamente adictivas; tan solo
el año pasado se expidieron mas de 236 millones de recetas para obtener
opioides que equivale a un frasco para cada adulto en Estados Unidos, una
barbaridad. ¿Cómo andaremos en México? ¿En Sonora? ¿Habrá un control en las
recetas y prescripciones de medicamento controlado? ¿Y el fentanyl? ¡Bah! El
tema es en Estados Unidos y su declaratoria de emergencia. Con las sobredosis
en aumento, se acompañan otros problemas como tragedias personales, familiares,
comunitarias y humanas; el reporte menciona que hubo mas muertos por sobre
dosis que en las guerras de Vietnam, Irak y Afganistán ¡juntas! Estados Unidos
debió haber declarado emergencia mucho tiempo antes, pero no vio venir el
problema o peor aún, el millonario mercado farmacéutico capaz de obtener
(comprar) leyes a su favor o licitaciones a la medida del mejor postor;
seguimos hablando de Estados Unidos, estimado lector, cualquier parecido con
nuestro país es coincidencia. Un comité del Senado está investigando hasta qué punto
las cinco mayores fabricantes de opiáceos, que son Purdue Pharma, Johnson &
Johnson, Insys, Mylan y Depomed, causaron la epidemia. Una de las
peculiaridades de esta epidemia es que afecta casi exclusivamente a las personas
de raza blanca. El adicto promedio a los opiáceos es un hombre blanco soltero
de entre 18 y 44 años con bajo nivel educativo. Otra peculiaridad es que hay
una estrecha relación entre pobreza, abuso de opiáceos y apoyo a Donald Trump.
Un estudio de la Universidad de Pensilvania reveló que el republicano ganó
“abrumadoramente” en “la mayoría de los condados con las tasas más altas de
mortalidad, drogadicción, alcoholismo y suicidios ¡imagínese usted!.
Pero no es
solo culpa de las farmacéuticas, el sistema de salud de su país presiona a los
médicos a prescribir este tipo de medicamentos hasta por un dolor muy simple,
ya que si el paciente continua con dolor, simplemente va y consigue otro médico
que si se lo de; de igual manera sucede en nuestro país ya que el paciente en
la mayoría de las ocasiones busca un médico que le diga lo que quiere escuchar,
mas que la realidad misma en cuestión de enfermedad o dolor. ¿Cómo andaremos
aquí? Muy similar a los de allá, así que esperemos acciones o al menos eco en nuestro
país de estas medidas.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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