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Desde
que se estrenó el 31 de marzo, en
la plataforma de streaming, Netflix,
que cuenta con 98.75 millones de suscriptores, ha estado rodeada de
controversia. Los críticos y los profesionales de la salud mental debaten por
la exposición cruda a temas como violación y suicidio. Según la Comisión para
la prevención del suicidio, del Departamento de Salud, los
estudios indican que el 20% de los jóvenes en E.U., cerca de 53,261
adolescentes entre 13 a 19 años contemplan constantemente la idea de terminar
con su vida. El personaje es de ficción pero Hannah Baker, bien podría ser real
en un país donde el suicidio es la
segunda causa de muerte entre niños y jóvenes de 10 a 24 años, según
datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC por
sus siglas en inglés) y por supuesto, con efecto eco en nuestro país. Los
expertos concurren en que el contenido de la producción ofrece una oportunidad
para discutir temas fundamentales aunque morbosos. Mientras que muchos jóvenes
son resistentes y capaces de diferenciar entre un drama de televisión y la vida
real, la participación en conversaciones reflexivas con ellos es vital. Hacerlo
presenta una oportunidad para ayudarles a procesar las cuestiones abordadas,
considerar las consecuencias de ciertas elecciones y reforzar el mensaje de que
el suicidio no es una solución a los problemas y que la ayuda está disponible.
Esto es particularmente importante para los adolescentes que están aislados,
luchando, o son vulnerables a las imágenes sugestivas y argumentos. Las
investigaciones demuestran que la exposición al suicidio de otra persona o a
las cuentas gráficas o sensacionalistas de la muerte puede ser uno de los
muchos factores de riesgo que los jóvenes que luchan con las condiciones de
salud mental citan como una razón por la que contemplan o intentan suicidarse y
si, las redes sociales son un factor importante. Lo que la serie transmite con
precisión es que no hay una sola causa de suicidio, de hecho, existen tantas
vías diferentes para el suicidio como muertes por suicidio. Sin embargo, la serie
no hace hincapié en que lo común entre la mayoría de las muertes por suicidio
es la presencia de enfermedades mentales tratables. El suicidio no es la simple
consecuencia de factores de estrés o desafíos de afrontamiento, sino un
resultado combinado de enfermedades mentales tratables y factores de estrés
abrumadores o intolerables.
Señales
como: Aislamiento, tristeza, coraje, intranquilidad, desesperanza, descuido en
la apariencia física, cambios repentinos de conducta y de estados de ánimo,
conversaciones sobre la muerte y sentimientos de vacío y un historial de
automutilación (cutting) son solo algunas
de las señales que presenta el personaje de Hannah, y que pueden alertar a los
padres de que algo no anda bien en la vida de sus hijos. Los jóvenes no son
buenos para separar la ficción de la realidad por lo que podría crear
conflictos emocionales o alteraciones del pensamiento. La serie trata temas
como bullying, sexting, alcoholismo, drogadicción, violación y suicidio; temas
en los que los jóvenes están inmersos en su día a día y que en ocasiones pasan
desapercibidos ya que en las escuelas la mayor parte de los casos no se les
presta la atención debida, ¿recuerda usted a la niña de Navojoa que se arrojó
desde la torre de una iglesia? ¿Alguien en su escuela identificó el problema?
¿Se habrá resuelto? Esperemos que sí.
Dr.
César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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