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Los
hospitales actuales son conceptualizados como centros de referencia que deben
recibir y atender a los pacientes cuyos problemas no han podido resolverse en
niveles inferiores, comprometiendo en ello todos sus esfuerzos administrativos
y técnicos. Por otra parte, son sedes para la preparación y adiestramiento del
personal que trabaja en salud y además, un campo de investigación bio-social.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, su misión fundamental está
encaminada a la recuperación de la salud, sin que ello signifique que no deba
ocupar también sus recursos en los aspectos de promoción de la salud, prevención
y rehabilitación como partes fundamentales de la atención integral, haciéndolos
extensivos a la familia y a la comunidad. Idealmente, los hospitales modernos
son prestadores de servicios de salud que deben de estar en disposición
permanente de atender a cabalidad las expectativas y demandas de los pacientes,
sin embargo, la configuración actual del sistema de salud ya no responde a los
retos demográficos y epidemiológicos, ni a los que plantea la realidad económica
actual, haciendo necesario un cambio en la forma en que se financia la salud
para garantizar el uso ordenado de los recursos disponibles. Nuestro país
realizó avances significativos en esta materia tras la reforma Constitucional
de 1983 y la Reforma en Salud del año 2003, que dio origen al Sistema de Protección
Social en Salud y su brazo operativo, el Seguro Popular, cuyas premisas
principales son la equidad y la salud como un derecho social fundamental que el
Estado debe de garantizar a la población que no tiene acceso a la seguridad
social. El incremento de gasto público se ha traducido en mejores servicios,
mejor disponibilidad de infraestructura y de medicamentos en los hospitales, así́
como mayor calidad en los servicios medico sanitarios. Por el contrario, la
precariedad es una constante que sigue afectando todos los días a miles de
pacientes, necesitados de una red de servicios que permanece en una crisis
constante ya que la mayor parte del gasto en salud sigue siendo pagada
directamente del bolsillo de los hogares. Quizá la cobertura no es tanto
problema (ojo, aún lo es, pregúntenle a pacientes con problema renal) sino el
acceso al establecimiento, ¿cuánto tiempo tiene que trasladarse un paciente de
la mesa colorada al hospital mas próximo? ¿cuánto tarda en tomar un camión un
paciente del Ejido Francisco Sarabia, al hospital mas próximo? ¿o uno de
Jecopaco? ¿tienen ambulancias para facilitar su traslado? ¿y un accidente?
Ahora,
desde los hospitales ¿qué estamos dejando de hacer para garantizar la prestación
de la salud? ¿Qué medidas deberíamos de tomar para que dicho modelo sea una
realidad en nuestro contexto hospitalario? Es de suma relevancia promover el
uso racional de insumos institucionales, fortalecer el expediente clínico,
asumir la seguridad del paciente y la calidad de la atención como dimensiones
fundamentales de la cobertura universal de salud, ejercer una medicina con un
enfoque social, enfatizar la prevención y la promoción de la salud y de estilos
de vida saludables, y algo muy importante: tener siempre mejores pacientes,
esto es, que se corresponsabilicen con su proceso de recuperación al comprender
su enfermedad, atender indicaciones y seguir el tratamiento prescrito.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.