Las enfermedades respiratorias son causa
primordial de mortalidad y morbilidad en el mundo, mucho más notable una vez
que se suman las causas agudas y crónicas, así como las infecciosas y las no
infecciosas. ¿Es un problema de salud pública?
Este hecho puede intuirse al observar
que, en el ámbito mundial, varias enfermedades respiratorias aparecen en las
primeras causas de enfermedad y muerte, la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte. En la actual clasificación
internacional de enfermedades (CIE-10 o ICD-10 por sus siglas en inglés) las
principales enfermedades respiratorias agudas y crónicas de todo el tracto
respiratorio y del tórax se encuentran en el apartado «J»; sin embargo, muchas
otras se clasifican en otros apartados. Es importante mencionarlas ya que esta
descripción, de las causas de origen respiratorio están dispersas por varios
capítulos de la CIE-10, y en el ámbito nacional e internacional se observa una
subestimación de la importancia de las enfermedades respiratorias que puede
disminuir la conciencia sobre ellas en general y en especial sobre las
enfermedades crónicas, esto a su vez puede conducir a una escasa asignación de
presupuesto y una pobre atención a los pacientes, además de una afluencia
disminuida de personas interesadas en entrenarse en las enfermedades
respiratorias cuando menos en algunos países, que pueden estar deficitarios en
personal calificado para atenderlas. La cronicidad le resta importancia a la
atención en este tipo de enfermedades, es decir, como no aquejan en lo
inmediato al paciente, no le pone la suficiente importancia para su atención
oportuna o bien, para disminuir la progresión del daño. En general, las
enfermedades respiratorias, especialmente las crónicas, están subdiagnosticadas
y subtratadas, mientras se puede demostrar un creciente incremento en los
factores causales de las mismas: tabaquismo, exposición al aire contaminado,
hacinamiento, supervivencia de niños prematuros con displasia broncopulmonar,
envejecimiento poblacional y persistencia de otros factores como la pobreza, el
uso de combustibles sólidos y el limitado acceso a servicios de salud. En
Huatabampo, el pasado lunes se observó una columna de humo que se podía ver a
kilómetros a la redonda, en principio se creía que dadas las fechas, pudiera
ser (la ya común, problema aparte) quema de gavilla, sin embargo debido a la
intensidad y la “lluvia de hollín” debía ser algo mayor. Los habitantes que ya
estamos “acostumbrados” a que pase cada 2 o cada 3 años, sabemos que el llamado
“basurón” ocasiona esa columna de humo. Un lugar en las afueras del municipio,
al aire libre que recibe diariamente alrededor de 100 toneladas de basura.
Entre llantas, plástico y otros materiales en combustión, cubrieron toda la zona
urbana de Huatabampo y algunas comunidades, para el día martes era ya difícil
respirar el aire denso del ambiente. Para el miércoles ya respirábamos un poco
mejor, sin embargo por la noche el ambiente se tornó nuevamente irritante; ojos
irritados, difícil respirar, se desencadenaron ataques de asma en niños y
adultos, pacientes con enfermedad pulmonar crónica requirieron de atención
médica y los servicios como la cruz roja se saturó de pacientes que tuvieron
intoxicación por monóxido de carbono, dolores de cabeza, etc. El problema
continuó toda la semana. Sin duda ha sido un problema del municipio en varias
administraciones, que desde el 2003, nadie le quiere entrar al problema. En
aquel entonces se realizó un relleno sanitario
que venía a cubrir las necesidades del municipio sin embargo por un
problema legal con ejidatarios de la zona, no se pudo concretar su dinámica. Hoy
a más de 20 años, continuamos con la misma situación, hoy convertido en un
verdadero problema de salud pública que todos los representantes populares
parecen ignorar.
Los problemas respiratorios, ya eran un
problema incluso antes del covid, posterior a la pandemia (influenza included)
vinieron a agravar la situación de las mismas aumentando la morbi mortalidad de
la población. Las contingencias ambientales sin duda son situaciones que no se
debe dejar pasar o esperar a que de alguna manera la naturaleza resuelva; es
algo que se debe de atender de fondo ¡porque ya se conoce el problema!
Obviamente el otro ingrediente es la voluntad y no sacarle la vuelta y por
supuesto, olvidarnos de la mítica frase de que necesitamos “90% honestidad y
10% preparación” ya que por eso nos pasa lo que nos pasa. Necesitamos es
representantes populares preparados y con planes estratégicos específicos, para
evitar que un problema menor, escale a ser un problema de salud pública.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
No hay comentarios:
Publicar un comentario