domingo, 19 de abril de 2020

Quédate en casa


Un grupo de más de 300 expertos se reunieron en febrero en la sede de la OMS en Ginebra para analizar la situación de la epidemia de Covid19 y establecer prioridades de investigación y desarrollo en medicamentos y vacunas; Los integrantes consejeros y científicos de todo el mundo incluyendo el Dr. Tedros Ahanom Ghebreyesus, director general de la OMS, reconocieron que la investigación es parte integral de la respuesta a la epidemia.

En esta reunión se discutieron diversos aspectos: la evolución del virus, su transmisión y diagnóstico; la investigación del origen del virus en la esfera animal y ambiental; las medidas de gestión de la interfaz hombre-animal; estudios epidemiológicos; la caracterización clínica de la enfermedad; la prevención y control de la infección, incluyendo la protección del personal médico; la investigación y desarrollo de tratamientos y vacunas; y la incorporación de las ciencias sociales en la respuesta al brote. Las agencias financiadoras que participaron en la reunión acordaron apoyar la investigación para afrontar esta crisis de salud pública. El plan de preparación y respuesta mundial frente a la epidemia de Covid19 requiere por lo menos de 675 millones de dólares, pues es urgente brindar ayuda a los países más vulnerables; los objetivos de este plan incluyen actividades como limitar la transmisión del virus entre personas; detectar, aislar y atender a los pacientes; transmitir datos sobre los eventos y riesgos; reducir al mínimo las repercusiones sociales y económicas, y limitar la propagación del virus de fuentes animales. Además, el plan considera poner en marcha con rapidez la coordinación y el apoyo operativo a nivel internacional. En nuestro país, ¿a qué nos enfrentaremos con la pandemia? La Secretaría de Salud, en un cálculo realizado, estima alrededor de 250 mil contagiados (suponiendo que la tasa de ataque de la enfermedad sea sólo de 0.2% de los 125 millones de habitantes del país), de los cuales aproximadamente 175 mil enfermos buscarían atención hospitalaria. De esos 175 mil pacientes previstos con COVID19, la autoridad estima que 140 mil personas (80%) tendrían una enfermedad leve; pero el 14% requerirá hospitalización (estamos hablando de 24 mil 564 personas), y un 6% (10 mil) requeriría terapia intensiva. Según datos oficiales sólo hay 3 mil 420 camas en áreas de cuidados intensivos ( mil 553 en las Unidades Médicas de los Servicios Estatales de Salud y  mil 867 en el IMSS). Hoy, para poder atender a los pacientes con COVID19, la Secretaría de Salud requiere 3 mil 469 millones 615 mil pesos para equipo e insumos de diagnóstico, de laboratorio, para la protección personal por paciente, por médico y por día, para higiene de manos y desinfección, para toma de muestra, para ventilación y soporte de vida y para medicamentos. El pico de la enfermedad se espera a finales de abril y principios de mayo, el número de contagiados podría aumentar exponencialmente y rebasar los cálculos de la autoridad si no respetamos las medidas de sana distancia y aislamiento, que sirven para reducir la velocidad con la que se propaga el virus. Hasta ahorita es la única vacuna disponible.

En Sonora, se estima que por cada caso existen cientos de posibles contagiados. El Dr. López Gatell, expuso días atrás que por cada caso positivo había al menos ocho más, sin embargo en Sonora el modelo cambia debido al movimiento fronterizo, a decir de nuestras autoridades y tienen razón, ya que el ejemplo mas claro es San Luis. Habría que ver si en Nogales se cumple la medida de “quédate en casa” o el muestreo es poco. En Sonora, el 77% de los habitantes tiene sobrepeso u obesidad, aproximadamente el 12% y el14% de la población tiene diabetes mellitus, y la proporción de individuos mayores de 60 años que tiene hipertensión arterial es superior al 35%. Contamos con una letalidad (hasta la semana pasada) del 12 por ciento, que es superior a la de la media nacional y mundial, que es de 7.7 y 6.4 por ciento, respectivamente. Huatabampo continua con el tercer lugar de contagios con 14, pero las estimaciones dicen que hay mas de cien casos con cuadros leves o sin síntomas y muy probablemente propagando el virus sin tener conocimiento de ser portadores; por esta razón es indispensable que te quedes en casa. ¡Ayúdanos, y ayúdate!



Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.



domingo, 12 de abril de 2020

Con Sansón a las patadas.


Cuando el médico es el paciente, puede evaluar su propia enfermedad con una subjetividad que podría desencadenar resultados erróneos. Es frecuente la transformación de la consulta entre el médico que es paciente y el médico tratante, en un intercambio de opiniones científicas, tipo “juício” clínico, que aún con una interpretación similar puede hacer olvidar que uno está bajo la presión del temor y la incertidumbre de su enfermedad, y el otro, no siempre en condiciones óptimas para desarrollar su actuación. Por tal razón, algo debe estar pasando en el sector salud del país, o en nuestra sociedad, para que miles de médicos, enfermeras y personal administrativo del sector salud, hayan decidido irse a sus y abandonar la primera línea de batalla contra el coronavirus, aun a sabiendas de la falta de personal en clínicas y hospitales.

El tratamiento de las enfermedades que podemos padecer los médicos es, en muchas ocasiones, de respuesta incierta. Algunas veces la culpa es del propio médico, por postergación de la consulta, no percibir sus primeros síntomas, no concederles importancia o, de pronto, por el temor a conocer la verdad, al atribuirle, equivocadamente o no, una gravedad exagerada. El médico se diferencia de otros enfermos por tener la propensión a automedicarse interpretando literalmente a San Lucas: Médico, cúrate a ti mismo (4:23). Sin estar debidamente cuantificados, los médicos presentan una elevada proporción de deserción de tratamientos, y más que cualquier otro enfermo, están expuestos a perder la confianza en quien lo trata. Quedan así despojados de la llamada por W. Osler, “la fe que cura”, al margen de los recursos terapéuticos. ¿Y que pasa cuando los gobiernos ayudan a que suceda? Una serie de contagios masivos entre personal de salud ha sembrado dudas y preocupación en la red del sistema de salud de México. En menos de 24 horas se registraron más de 60 casos positivos de Covid19 en tres hospitales: 42 en Cabo San Lucas (Península de Baja California), 19 en Tlalnepantla (a las afueras de Ciudad de México), tres en Chilpancingo (Guerrero) y seis en Cuernavaca (Morelos). Y también esa misma semana se registró la tercera muerte por un brote en una clínica de la ciudad de Monclova, que se detectó una semana antes y ha dejado casi una treintena de infectados, de acuerdo con los datos oficiales. En Tijuana, las cosas no están mejor. La Secretaría de Salud de Baja California admitió que hay contagios en personal de dos hospitales y que se está evaluando epidemiológicamente la extensión del problema. En uno de los hospitales en Tijuana, enfrentan un brote de Covid19 con al menos 20 médicos contagiados, 8 médicos residentes (en formación) en aislamiento en donde uno de ellos ya dio positivo y cuatro médicos en condiciones graves con ventilación mecánica. En otro de los hospitales son mas de 10 médicos contagiados ya en aislamiento; los dos hospitales están llenos de pacientes con “neumonía atípica” y el tercer piso designado para atención de pacientes afectados ya está lleno y tienen una semana que no hay ni tubos, ni ventiladores disponibles. El precio de los medicamentos en controversia a administrar a este tipo de pacientes se agotó en las instituciones y si el paciente quiere adquirirlo en una farmacia se encuentra con que el precio es 500% mas alto en su precio; el sobre precio de los insumos es abusivo y preocupante que va desde  $ 300 pesos un cubre bocas desechable, hasta $ 95,000 pesos una caja con 30 tabletas de hidroxicloroquina.

De acuerdo con cifras oficiales, las bajas en los hospitales por miedo a contraer el virus representan un 11% del personal de todo el sector salud. Pero, dependiendo el área, hay hospitales que reportan de un 2% hasta un 30% de pérdida de personal por este motivo. De ahí la preocupación y las campañas del gobierno para contratar a médicos y enfermeras para la contingencia. Frente a esto, no resulta necesario preguntarnos, como sociedad y como país, qué está pasando para que médicos y enfermeras hayan decidido irse a sus casas, sus motivos son similares a los de la mayoría de la población principalmente el miedo. En el sur de Sonora la situación es similar a la del resto del país, no existe personal de salud para atender un “brote” de la enfermedad, no existen camas disponibles suficientes y los pacientes graves, por otras causas no dejarán de llegar, los ventiladores son uno o dos por hospital y no todos están capacitados para darles uso, pero eso no saben aún los indígenas y pobladores que continuaron con sus fiestas y costumbres arriesgándose ellos mismos y a la población en general, sin embargo son los primeros en exigir atención a la hora de requerirlo. Por eso a tomar conciencia y a quedarse en casa, por que el personal médico ahorita estamos con: “Sansón a las patadas”.



Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.





domingo, 5 de abril de 2020

#LaVocaciónNoMeProtege


¿Qué es lo que lleva a una persona decidir que quiere ser médico?; ¿Qué es lo que le lleva a invertir su vida en dar de forma altruista un tiempo muy preciado que podría regalárselo para él mismo y su entorno?. En el sacrificio de estudiar toda la vida activa y la no activa, (ya que por algo un médico es estudiante toda su vida) hay una consigna que quizá pueda explicar la vocación de ser médico; lo que nos motiva a estudiar la medicina sabiendo la dificultad que entraña: “Estudia hoy como si fueses a vivir eternamente, vive hoy como si fueras a morir mañana”. Y pareciera que esto último, algunos lo han entendido bien.

El entorno en el que está inmerso el sistema de salud ha cambiado considerablemente debido a factores que adquieren cada vez más fuerza y protagonismo en la planificación de las organizaciones y recursos cuyo principal objetivo es mejorar la salud de la población. Sin una reforma de largo alcance, con un sistema fragmentado y con inequidades marcadas en el acceso y la calidad de la atención los hospitales públicos son probablemente una de las instituciones que más se han visto afectadas en su vocación de preservar los principios de la seguridad social. Y esto lo sabe el médico en su practica diaria, sin embargo el médico en formación quizá tenga otra espectativa, cuando somos estudiantes de Medicina el reloj puede correr a favor, en contra o incluso a veces da la sensación de que ni siquiera corre: por ejemplo podemos llegar temprano a una clase y esperar tranquilamente a que comience pero también podemos llegar tarde y no encontrar sitio para sentarnos. Ahora imaginemos que estamos de  guardia en un hospital, día y noche en la puerta de urgencias atendiendo a los pacientes sin prácticamente descanso, pacientes que a veces da la sensación que nunca dejan de llegar. Quizá ahí estaremos en dos de las tres situaciones que planteamos al principio: que el reloj corra en contra o que dé la sensación de que el tiempo no pasa. Se podría argumentar que es una mezcla curiosa, pues nos dedicamos a lo que nos encanta, pero a un ritmo vertiginoso constante y con autoexigencia máxima sin margen de error, pues el título de médico no es otra cosa que esto: una grata y a la vez dura responsabilidad. El servicio social en medicina inicia en México en 1936 y después de 83 años de existencia sus fundamentos y objetivos continúan siendo básicamente los mismos. Después de la Revolución Mexicana, una disputa política e ideológica sobre el papel de la educación en el país entre el gobierno nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México, derivó en su creación. Antes de recibir el título de médico, todos los egresados debían pasar una temporada en los servicios rurales de salud para “retribuir a la sociedad la deuda que contraían por haberlos educado”. Con el tiempo el servicio social se convirtió en una fuente de oferta de trabajo médico para zonas rurales cuyos habitantes eran receptores principales de una política de beneficencia (SIC) por parte del Estado. Históricamente, esto ha permitido a las autoridades de salud federales y estatales suplir la fuerza de trabajo profesionalizada que por razones financieras y laborales no podía ser atraída para prestar servicios en zonas rurales, y ¿sabe que? Seguimos igual. Quizá usted no lo sepa, lector; pero enlas comunidades rurales, la SSA no ha podido costear médicos titulados para atender a sus pobladores, por lo que envía a su mano de obra “barata”: Los médicos pasantes, que por cierto, su derechohabiencia es el IMSS.

Las agresiones que sufren los médicos en sus escenarios laborales no son resultado únicamente de la interacción de actos inseguros y condiciones peligrosas que se presentan, sino que detrás de estas causas existen otras causas, como la falta de equipos de protección personal y colectiva, falta de personal de seguridad física y psicológicamente apto para manejar una situación violenta y causas raíz; desconocimiento de nociones en salud en el trabajo y seguridad e higiene ocupacional, ausencia de programas de seguridad contra las agresiones, inexistencia de actividades dirigidas a la detección, evaluación y seguimientos de este tipo de hechos, etc. y que favorecen la presencia y persistencia de las agresiones hacia los médicos. Hoy los invitan justificando su “vocación” para hacer frente a una pandemia que no hemos comprendido en su totalidad, pero hemos visto su devastación. En un comentario del Dr. Bin Cao, en una revista médica predice que el 25% de los médicos morirán en la lucha contra el Covid. Y no queremos aumentar el porcentaje con nuevos “niños heroes”; la estrategia #LaVocaciónNoMeProtege es válida y comprensible, hay tiempo para recapacitar.


Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.