lunes, 26 de agosto de 2019

Los Antivacunas


México es reconocido por su Programa de Vacunación Universal, el cual es público y gratuito. A nivel mundial es uno de los más completos, lo que ha permitido hacer frente a amenazas de enfermedades prevenibles por vacunación. Al ser un país extremadamente complejo por su amplia población, el esquema de vacunación es diferente para cada enfermedad y existe el riesgo de pérdida de biológicos. El programa de vacunación tiene una característica que sobresale y es considerar a la población como una sola: niños, adolescentes y población vulnerable se protegen de enfermedades prevenibles por vacunación alcanzando altos índices de cobertura.

Hace más de 30 años que se trabaja un esquema de vacunación que promueve las acciones de prevención, protección y erradicación de enfermedades. Algunas ya han sido erradicadas, como la viruela, y otras representan todavía un reto, como el sarampión. Lo que hace que este programa sea verdaderamente universal, es la coordinación de acciones entre las diferentes dependencias de la organización pública en México. Las Semanas Nacionales de Salud (SNS) han aumentado sus objetivos con el tiempo, primero mediante la ruptura en corto tiempo de la cadena de transmisión de algunos padecimientos, después eliminando la transmisión de los mismos y llevando a cabo acciones simultáneas e integrales para la prevención de enfermedades evitables por vacunación, enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias. Los datos sobre la cobertura de vacunación en nuestro país son dignos de competir con países como Finlandia o Noruega. El inicio del siglo XXI se presentaba bastante halagador en el campo de la vacunación en América Latina: la primera década transcurrió con grandes avances en este campo tanto en investigación como en la mejoría de los esquemas y las coberturas en la mayor parte de los países de la región. Desafortunadamente, durante la segunda década de este siglo, estos avances se han visto truncados por los problemas sociopolíticos y naturales que han afectado a nuestra región, lo cual ha derivado en una baja sostenible de las coberturas; la reaparición de la difteria y el sarampión en nuestra región es ejemplo patente de este fenómeno. Culpar a países vecinos de ser exportadores de determinadas enfermedades prevenibles por vacunación resulta vergonzoso y absurdo, debido a que la diseminación de estas patologías no hubiese sido posible si cada país contara con coberturas adecuadas o al menos, cercanas a las que se presumen. Hoy en día, cada vez que hay cuestionamientos acerca de los motivos de estas bajas en las coberturas, invariablemente se menciona a los grupos antivacunas. Dentro del grupo de los anti vacunas, está conformado por una diversidad de personas en el área de atención a la salud que por cuestiones de pasividad o ignorancia, pierden las grandes oportunidades que se les presentan para vacunar. Entre ellos podemos mencionar al médico o la enfermera que difieren la vacunación por motivos tan banales como la presencia de “moquitos” o tos. También podemos incluir a los médicos que no se aplican la vacuna contra la influenza cada temporada y cuando atienden pacientes están padeciendo cuadros respiratorios. Qué decir de aquellos profesionales de la salud que, a pesar de que existen claras recomendaciones para el uso de las vacunas en poblaciones de riesgo (diabéticos, asmáticos, cardiópatas, obesos, mujeres embarazadas, etcétera), las ignoran, perdiendo la valiosa oportunidad de vacunar al paciente cuando están frente a él. Otro grupo importante de miembros del grupo de antivacunas son aquéllos que anteponen el precio de una vacuna como condición para aplicarla, asumiendo que son protectores de la economía familiar antes que guardianes de la salud. En este grupo existen muchísimos casos; entre ellos destacamos a aquellos médicos tomadores de decisiones a nivel gubernamental que difieren medidas de acción oportuna en vacunación, esperando que las situaciones se resuelvan solas y perdiendo tiempo invaluable en buscar culpables y perdiendo de vista la solución.

El sector salud se encuentra una vez más en el ojo del huracán. El 8 de agosto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, declaró que no hay vacunas doble y triple viral contra el sarampión, rubéola y parotiditis disponibles y que el laboratorio Birmex las recibirá hasta diciembre. A pesar de esto, las autoridades descartaron el riesgo de una epidemia. Pero la semana pasada, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) confirmó otro caso de sarampión en el estado de Quintana Roo. Con este caso de sarampión, suman nueve los registrados en lo que va del año: uno en Nuevo León, dos en el Estado de México, cuatro en Quintana Roo, uno en Chihuahua y uno en San Luis Potosí. Pero, ¿Qué necesidad?

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.

lunes, 19 de agosto de 2019

Como repartir papitas y refrescos.


Más de la tercera parte de la población mundial carece de acceso regular a medicamentos esenciales y capaces de salvar la vida. Para lograr los objetivos del desarrollo del milenio relacionados con la salud es de vital importancia ampliar el acceso a unos medicamentos esenciales asequibles, pero en algunos países la disponibilidad de estos se ve limitada por diversos factores, como las deficiencias de los sistemas de suministro y distribución, la escasez de establecimientos de salud y de personal, la baja inversión en salud y el alto costo de los medicamentos. Pero llevar medicamentos es tan fácil como “¿repartir papitas o refresco?”

El concepto de medicamento esencial y las listas nacionales e internacionales de medicamentos esenciales surgieron en respuesta a cuatro grandes problemas endémicos: la carencia de medicamentos en las áreas rurales y urbanas marginadas; la proliferación de medicamentos de dudosa efectividad; los gastos crecientes en medicamentos, y los serios problemas de prescripción detectados en todas partes del mundo. En México, la historia del uso de los medicamentos esenciales data de 1950, fecha en la que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) crea su primera lista de medicamentos básicos. Veinticinco años después, en 1975, se publicó el Acuerdo Presidencial que establece que todas las instituciones públicas de salud deben contar con un Cuadro Básico de Medicamentos de uso obligatorio. El abastecimiento adecuado de medicamentos es un factor crucial en la cadena de la atención de la salud. De hecho, en muchos países en desarrollo la calidad de la atención es sinónimo de disponibilidad de medicamentos. Sin embargo, los problemas a este respecto siguen siendo enormes. Los recursos que se dedican a la compra de medicamentos esenciales en estos países suelen ser insuficientes y tienden a concentrarse en las unidades de segundo y tercer nivel de atención. A esta insuficiencia de recursos deben agregarse los problemas de planeación, adquisición, transporte, almacenamiento y distribución de estos insumos. En México, además de la insuficiencia de recursos para atender las necesidades de salud de la población no asegurada, se sabe de la existencia de desabastecimientos de medicamentos y otros insumos que tienen su origen en problemas de planeación, licitación y compra, almacenamiento y distribución. Por lo que toca a la licitación, compra de medicamentos y material de curación, el tiempo real de duración de las licitaciones tiende a ser excesivo, las medidas implantadas para evitar los incumplimientos de los proveedores (fianzas) no suelen ponerse en práctica, y con frecuencia la federación asigna a los estados cantidades que no se ajustan a lo solicitado y no radica a tiempo el presupuesto para el pago a los proveedores de medicamentos y material de curación. En relación con el almacenamiento y la distribución, cabe mencionar que las áreas centrales de la SSA no suelen proporcionar información oportuna a los estados sobre los insumos asignados; los almacenes tanto jurisdiccionales como hospitalarios son inadecuados en términos de espacio, control de temperatura ambiental y acceso a insumos de almacenamiento (racks, refrigeradores); el control y la rotación de inventarios es ineficiente, lo cual provoca fugas y desperdicios, y las entregas de los medicamentos y material de curación tienden a ser insuficientes y tardías. Se trata, además, de medicamentos para padecimientos que contribuyen de manera muy importante a la carga de la enfermedad en el país.

No es de sorprender, por lo tanto, que una de las principales causas de no utilización de las unidades de primer nivel de atención de la SSA, reportadas, sea la carencia de medicamentos y material de curación, sobre todo si se considera que es la población con menor capacidad de pago la que se atiende en este tipo de unidades por ser población abierta. Una proporción importante de esta población, de hecho, difícilmente podría surtir su receta en las farmacias privadas de su pueblo, aun en el caso de que su poblado contara con este tipo de servicio, debido a las barreras financieras. Estas mismas personas difícilmente regresarían a hacer uso de unidades de salud que no tienen la capacidad resolutiva que les exige el nivel de ingresos de su población de responsabilidad. Durante una visita a Nayarit,  el presidente ha comentado que se resolverá el tema de la distribución, pues ha calificado que es como repartir “papas” y aunque es una declaración y comparación absurda, me recuerda a otra declaración para justificar la venta de “refrescos” en comunidades rurales, que decían que era la fuente más accesible de agua potable y azúcar para sus habitantes. De ese tamaño.

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.

lunes, 12 de agosto de 2019

El INSABI


El miércoles pasado, autoridades diversas del Gobierno federal, diputados y especialistas en políticas de salud nacionales e internacionales, iniciaron las discusiones sobre la viabilidad del Seguro Popular, programa que surgió en 2003 y que para muchos fue llamado: “El programa del milenio” debido a su eficiencia y efectividad y que el hoy presidente Obrador busca sustituir por el Instituto Nacional de Bienestar.

Durante el primer día de las audiencias públicas para discutir la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, el secretario de Salud, Jorge Alcocer argumentó ante la Comisión de Salud, especialistas en salud y la oposición, que este financiamiento no logró la cobertura de enfermedades y reducción de gastos para las familias. “La promesa de protección financiera no se cumple, ya que las personas deben pagar más o menos el 40 por ciento del precio con gasto de su propio bolsillo, lo que ocasiona en consecuencia la exposición del gasto familiar en gastos catastróficos y empobrecimiento repentino”, señaló. Por su parte, Chertorivski, rechazó que el Seguro Popular no haya sido un modelo de financiamiento para las familias y expuso que cubre la mayoría de los casos de cáncer, especialmente para los de tipo infantil, mencionó: “Antes del Seguro Popular el 30 por ciento de los niños con leucemia, es decir 3 de cada 10 vivían, hoy gracias al financiamiento 7 de cada 10 sobreviven”. El nuevo sistema de atención médica para quienes no cuentan con seguridad social, y que sustituirá al Seguro Popular, estará centrado en la atención primaria de la salud y en las redes integradas, que ya se han puesto en marcha en otros países, aseguró el secretario, sin embargo no mencionó cuales ni los resultados. ¿Cómo implementarán el nuevo sistema? Durante la segunda mesa sobre la iniciativa para crear el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), Alejandro Svarch, dijo que las redes integradas de salud, basadas en la atención primaria, tendrán una fuerte base territorial, con un elemento que va a ser de gran impulso para el modelo. Un equipo que estará compuesto por un médico general, un médico familiar y servicio de enfermería. Ellos serán el articulador intersectorial. “Abrirán espacios y promoverán la participación comunitaria en las labores de definición de los principales objetivos y metas de salud, así como del desarrollo de las actividades sanitarias con la intención de que las personas y la comunidad sean gestores y sujetos activos” mencionó. Las redes integradas de servicios de salud, se organizarán considerando los mejores criterios nacionales e internacionales para garantizar la atención continua de las personas hasta la resolución de sus problemas. En cada red se definirán mecanismos claros para el tránsito de las personas entre las diferentes unidades y las informaciones médicas y sanitarias necesarias para la atención oportuna y de calidad. Cada equipo de salud llevará un diagnóstico  de su territorio que será la guía para el trabajo de promoción del bienestar y la prevención de enfermedades. Con este modelo, aseguró, “que se va a centrar en la atención en el primer nivel, estimamos que podemos contener aquí hasta un 70 u 80% de las patologías. Al segundo nivel llegarán menos”. Es decir, describió todo lo que realizan los médicos pasantes, a los que se les pretendía retirar la beca. Cristina Laurell, subsecretaria de Integración y Desarrollo del sector Salud dijo: "No se puede hablar de cobertura universal cuando existen en el país 20 millones de personas sin servicios de salud y el gasto de bolsillo asciende a 45%. ¿De dónde los sacó? Seguro Popular cuenta con cuadrillas y brigadas que se encargan de afiliar a toda población sin seguridad social, para evitar gasto, y hay estudios al respecto, que debería de leer. Ivonne Cisneros, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, ósea, del Seguro Popular, aseguró que el Insabi atenderá a todas las personas sin seguridad social y los recursos para lograrlo se obtendrán a partir del crecimiento económico del país. Dijo que  “Estará sustentada en un financiamiento solidario, con incrementos progresivos durante el sexenio, cuya fuente de financiamiento será el crecimiento económico derivado de la actual política nacional que ha implementado el Presidente”. Pero olvidó que el crecimiento fue de .1% y las estimaciones son de 2.3% para todo el sexenio. Muy por debajo de anteriores administraciones. A principio de año, Obrador prometió que en seis meses, con un presupuesto de 90 mil millones de pesos iba a reconstruir el sistema de salud. El encargado era Germán Martínez, quien de salud no sabía nada, pero le hicieron creer que le darían una bolsa de decenas de miles de millones de pesos. No pudo, vino la realidad y renunció. ¿En que terminará la Salud del país? Por lo pronto sin vacunas hasta diciembre. Un crimen.


Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


lunes, 5 de agosto de 2019

Ninis con sueldo, pasantes sin presupuesto.


Se ha observado que los médicos durante la realización de su trabajo están expuestos a sufrir diversos tipos de agresiones físicas y no físicas, cuyo espectro alterna desde las agresiones verbales, como los insultos y las amenazas, hasta las agresiones físicas, que incluyen las de índole sexual e incluso el homicidio realizado por pacientes o derivados de la imperante inseguridad a lo largo del país. Los médicos pasantes han estado expuestos desde hace tiempo sin la protección necesaria tanto física como laboral. Por mas de 80 años han otorgado el servicio a las comunidades mas alejadas con la misma prestación y una beca simbólica para posteriormente titularse.

El servicio social en medicina inició en México en 1936 y después de 83 años de existencia sus fundamentos y objetivos continúan siendo básicamente los mismos. En los años posteriores a la Revolución Mexicana, una disputa política e ideológica sobre el papel de la educación en el país entre el gobierno nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), derivó en su creación. Antes de recibir su título de médico, todos los egresados debían pasar una temporada en los servicios rurales de salud para “retribuir a la sociedad la deuda que contraían por haberlos educado”. Con el tiempo el servicio social se convirtió en una fuente de oferta de trabajo médico para zonas rurales cuyos habitantes eran receptores principales de una política de beneficencia por parte del Estado nacional. Históricamente, esto ha permitido a las autoridades de salud federales y estatales suplir la fuerza de trabajo profesionalizada que por razones financieras y laborales no podía ser atraída para prestar servicios en zonas rurales, y ¿sabe que? Seguimos igual. La desigual distribución geográfica de los médicos ha sido ampliamente documentada y las razones de esto tienen que ver con una compleja red de situaciones, incluidas la incapacidad de las autoridades de salud para generar una política acorde, la resistencia de actores corporativos, principalmente los sindicatos, y las legítimas preferencias de los médicos de practicar en zonas donde puedan contar con satisfactores individuales, familiares y sociales. Es común que se oferten plazas laborales donde se requiere la práctica médica (y diversas especialidades) pero un impedimento hoy día, es la inseguridad que existe en diversas zonas del estado, sobre todo el área serrana. En México, durante los últimos años ha aumentado la cantidad de noticias que informan sobre casos de médicos agredidos e incluso asesinados en las comunidades rurales donde se encontraban realizando las actividades profesionales correspondientes al periodo del servicio social. Los casos más graves y lamentables ocurrieron principalmente cuando los médicos se encontraban solos o en pequeños grupos y durante la noche, en condiciones que claramente potencian el anonimato de los agresores y la vulnerabilidad de los médicos. Durante el periodo de realización del servicio social en México, a pesar de la creciente frecuencia de denuncias publicadas en periódicos de este país, donde se relatan sucesos ocurridos en comunidades rurales que manifiestan la fatalidad y gravedad de las lesiones que sufren los médicos durante la prestación de servicios de atención médica a la población de diversas comunidades rurales, éstos continúan sus labores hasta culminar el año. De manera similar, las agresiones que sufren los médicos en sus escenarios laborales no son resultado únicamente de la interacción de actos inseguros y condiciones peligrosas que se presentan, sino que detrás de estas causas existen otras causas básicas (como la falta de equipos de protección personal y colectiva, falta de personal de seguridad física y psicológicamente apto para manejar una situación violenta) y causas raíz (desconocimiento de nociones en salud en el trabajo y seguridad e higiene ocupacional, ausencia de programas de seguridad contra las agresiones, inexistencia de actividades dirigidas a la detección, evaluación y seguimientos de este tipo de hechos, etc.) que favorecen la presencia y persistencia de las agresiones hacia los médicos y ahora la burla de otorgar una beca de mayor monto a “ninis” que a jovenes que están ya a punto de titularse, prestando un servicio a una comunidad. “Ninis con sueldo, pasantes sin presupuesto” gritaban los médicos y enfermeras durante la marcha de protesta ante los recortes a salud y la posibilidad de retirarles sus becas ¿Pero que necesidad?, Salud declaró posteriormente que no se les retirarían.

Y son precisamente estas causas raíz y fallas de control de la dirección y gerencia de una organización o institución las que se deben identificar para desarrollar intervenciones efectivas que permitan erradicar o controlar dichas agresiones o torpezas administrativas. Todo lo anterior es indispensable que sea entendido por las autoridades para que comprendan la gran responsabilidad que esto corresponde.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.