domingo, 19 de noviembre de 2017

Seguros Médicos, lo bueno, lo malo y lo peor.

La exposición y análisis de algunos temas que ya están suscitando conflictos entre médicos, hospitales y pacientes, por un lado, y las empresas aseguradoras, por el otro; tiene como propósito, además de darlos a conocer, plantear opciones de solución, estimulando al ramo asegurador, a las autoridades correspondientes, así como a los miembros de la profesión médica a participar en este esfuerzo con un ánimo en beneficio de nuestros pacientes. La meta es la creación de un marco legal y normativo que garantice, a quienes compran una póliza de seguro médico, el recibir servicios de atención a su salud con pleno respeto a sus derechos, en forma oportuna, eficaz, eficiente y con alta calidad, respetándose siempre los principios del profesionalismo médico. Aunque los antecedentes formales de las empresas de seguros en México se remontan a 1870, cuando en el Código Civil se regula el Contrato del Seguro y en 1892 se promulga la primera ley que rige a las compañías de seguros mexicanas y extranjeras existentes en esa época, el desarrollo de estas empresas, particularmente en el ramo de atención a la salud, es reciente y aún muy limitado (aproximadamente 3% de la población está cubierto por una póliza); no obstante, actualmente el 64% de la ocupación en hospitales privados de más de cincuenta camas es a través de pacientes asegurados, según datos proporcionados por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

El modelo de atención a la salud conocido como “Medicina Administrada” (Managed Care) tuvo su origen en los Estados Unidos de Norteamérica durante la década de los setenta. Su diseño inicial fue el de un sistema no lucrativo subsidiado por el gobierno, con el propósito de contener el alto costo de atención a la salud (15% del PIB). Este modelo, basado en el prepago, contiene una serie de lineamientos, que limitan al paciente en su libertad de elección y al médico en su autonomía clínica. Una década más tarde se trasladó a manos de empresas de seguros y administradoras privadas, y su control a través de Wall Street. Al transformarse en empresas de lucro, éstas implementaron estrategias legales, pero perversas, bajo el amparo de leyes de carácter mercantil, con el propósito de producir las mayores ganancias posibles a sus inversionistas. De esta manera, inicialmente alcanzaron sus metas a través de: afiliar, preferentemente, a individuos jóvenes, sanos y con bajo riesgo de enfermedad, dejando fuera al viejo y al enfermo (“selección adversa”); contratando a médicos generales para el primer contacto con el paciente, con la específica tarea de dificultar o impedir el acceso con el médico especialista (“gatekeepers”); ocultando deliberadamente al paciente las opciones de diagnóstico o tratamiento necesarias, pero costosas, privilegiando el criterio de los administradores de estas empresas por encima del juicio clínico del médico responsable (“gag rule”); incentivando económicamente al médico, por la subutilización de servicios diagnósticos, castigando a aquellos que así no lo hicieran; estableciendo tabuladores de honorarios, que no honran la capacidad certificada ni la experiencia del médico como tampoco ponderan la complejidad del caso ni la hora o día de la semana en que el paciente requiere ser atendido. ¿Le suena? ¿Habrá algún sistema así?

Como consecuencia, además de disminuir en el corto plazo los costos de atención médica, produciendo ganancias multimillonarias a sus inversionistas, generaron gran descontento entre los usuarios de los servicios médicos, vulnerando la relación entre el paciente y su médico, tradicionalmente basada en la confianza; provocando, además, escasez de recursos económicos destinados a la enseñanza e investigación médicas, consideradas superfluas y costosas por muchas de las empresas de seguros. Las aseguradoras, empresas mercantiles con fines de lucro, garantizan sus ganancias diseñando políticas e implementando reglas legales, pero perversas, con frustración y a veces con ira se entera que el padecimiento o la enfermedad motivo de la reclamación está excluida de la cobertura y tiene que pagar de su bolsillo la cuenta del hospital y la de los médicos que le atendieron. El ideal de la ética de los negocios está en el justo medio, el equilibrio difícil, pero necesario, entre los diferentes intereses contradictorios de los agentes económicos y sociales. Es tiempo de que se revise a profundidad ¿no cree?

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


domingo, 12 de noviembre de 2017

¿De qué me sirve estar Colegiado?

El financiamiento de los servicios, las crecientes expectativas y demandas de la sociedad, las transiciones demográfica y epidemiológica, así como los nuevos desarrollos tecnológicos, entre otros muchos factores, contribuían a los cambios en los sistemas de salud de todo el mundo. De acuerdo con lo establecido por la Ley Reglamentaria del Artículo 5º Constitucional relativo al ejercicio de las profesiones, se hace alusión a los colegios de profesionistas, los cuales son asociaciones civiles, no lucrativas, constituidas por un grupo de personas de una rama profesional con el fin de trabajar en beneficio de la misma.

Los colegios son instancias de opinión que buscan la garantía de calidad y certeza en el ejercicio profesional. Entre las ventajas para que las asociaciones profesionales se constituyan en colegios, se encuentran el defender los derechos de sus asociados en su práctica profesional y la oportunidad de acceder a programas de actualización, además de aumentar su margen de competitividad y protección de los principios e intereses de la profesión, así como la oportunidad de evaluar planes académicos con el fin de actualizarlos y elevar su calidad profesional, divulgando el conocimiento que obtienen a través de sus órganos informativos ¿Cuántos habrá en Sonora? Los colegios de profesionistas ofrecen consultoría y apoyo al sector educativo, promoviendo planes y programas de estudio y docencia, nutriendo a las universidades de docentes e investigadores calificados. Por la aptitud técnica y capacidad científica constituyen organismos idóneos para emitir los dictámenes requeridos por organismos públicos o privados. Son instancias que afirman el compromiso social profesional y coadyuvan a la vigilancia y superación del ejercicio profesional para proteger a la sociedad de mala práctica profesional, mediante acciones que incluyen, en sus actividades de consultoría, la actualización profesional y vinculación con el sector educativo. Los colegios de profesionistas consideran la vigilancia como una actividad que garantiza el compromiso con la profesión. Por todo lo anterior, debido a sus funciones: Son avalados por el poder público,  se les reconoce autoridad y capacidad profesional para emitir dictámenes, tiene capacidad para defender los derechos de sus asociados.

El pertenecer a un colegio de profesionistas equivale a una certificación para sus miembros, ya que para ser admitidos deberán cumplir con una serie de requisitos que solamente los profesionistas de la(s) especialidad(es) podrán satisfacer. Dentro de las funciones de los colegios están: Vigilar, con el auxilio de profesionistas, el correcto ejercicio de las profesiones; constituyen uno de los rubros más dinámicos del escenario internacional, propiciando generación de procesos de apertura y competencia, fomentando una interacción del ejercicio profesional entre países; realizan la certificación profesional que representa un medio idóneo para demostrar a la sociedad quiénes son los profesionistas que han alcanzado la actualización y sus conocimientos, así como una mayor experiencia en el desempeño de su profesión o especialidad, con el propósito de mejorar su desarrollo profesional y obtener la mayor competitividad para ofrecer servicios de óptima profesionalización. Lo anterior se logra mediante esquemas de evaluación y procedimientos para la certificación de los conocimientos y la experiencia de quienes ejercen una profesión con responsabilidad. Desempeñan un papel destacado en la difusión de normas éticas y en el ejercicio de su actividad profesional y representan a sus miembros ante la Dirección General de Profesiones (DGP). Por otro lado, la Secretaría de Educación Pública (SEP), en uso de las atribuciones que las leyes le confieren, vigila que los procesos de certificación cumplan con los márgenes de seguridad jurídica, imparcialidad, honestidad y equidad, ya que la certificación profesional es una evaluación del ejercicio de una profesión y la vigilancia de su correcto desempeño le corresponde a la Autoridad Educativa Federal, por lo que se ha invitado a los colegios de profesionistas a realizar el correcto ejercicio de la profesión para obtener de la SEP la calificación de idoneidad de sus procesos de certificación. El Consejo Consultivo de Certificación apoya a la DGP con el objeto de definir las características que deben reunir los colegios de profesionistas para ser considerados como auxiliares en la vigilancia del ejercicio profesional.

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


domingo, 5 de noviembre de 2017

Hablemos de Anemia.

La anemia es un trastorno de la sangre. La sangre es un líquido esencial para la vida que el corazón bombea constantemente por todo el cuerpo a través de las venas y las arterias a lo largo de todo el cuerpo. Cuando hay algo malo en la sangre, puede afectar la salud y la calidad de vida. Hay muchos tipos de anemia, como la anemia por deficiencia de hierro, la anemia perniciosa, la anemia aplásica y la anemia hemolítica. Los distintos tipos de anemia tienen relación con diversas enfermedades y problemas de salud. La anemia puede afectar a personas de todas las edades, razas y grupos étnicos. Algunos tipos de anemia son muy comunes y otros son muy raros. Unos son muy leves y otros son graves o incluso mortales si no se hace un tratamiento enérgico. Lo bueno es que a menudo la anemia se puede tratar con éxito y hasta prevenir.

La anemia se presenta si el organismo produce muy pocos glóbulos rojos, si destruye demasiados glóbulos rojos o si pierde demasiados glóbulos rojos. Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno por todo el cuerpo. Cuando usted no tiene suficientes glóbulos rojos o la cantidad de hemoglobina que tiene en la sangre es baja, su organismo no recibe todo el oxígeno que necesita. Como resultado, usted puede sentirse cansado o tener otros síntomas. En ciertos tipos de anemia, como la anemia aplásica, el organismo tampoco cuenta con un número suficiente de otros tipos de células de la sangre, como leucocitos y plaquetas. Los leucocitos le ayudan al sistema inmunitario a luchar contra las infecciones. Las plaquetas contribuyen a la coagulación de la sangre, que sirve para detener el sangrado. Muchas enfermedades, problemas de salud y otros factores pueden causar anemia. Por ejemplo, la anemia puede ocurrir durante el embarazo si el organismo no puede satisfacer la necesidad de que haya más glóbulos rojos. Ciertos trastornos auto inmunitarios y otros problemas de salud pueden hacer que el organismo produzca proteínas que destruyen los glóbulos rojos y eso puede causar anemia. El sangrado abundante interno o externo por ejemplo, por heridas puede causar anemia porque el cuerpo pierde demasiados glóbulos rojos. Las causas de la anemia pueden ser adquiridas o hereditarias. “Adquirido” significa que uno no nace con un problema de salud, sino que lo presenta más adelante. “Hereditario” significa que sus padres le transmiten el gen del problema de salud aunque veces la causa de la anemia no se conoce. Una persona averigua que tiene anemia de distintas maneras, usted puede tener síntomas e ir al médico y este descubre la anemia con pruebas de sangre; el médico también puede darse cuenta de que usted tiene anemia con los resultados de pruebas que le haya hecho por otro motivo. Probablemente el médico le preguntará acerca de sus antecedentes médicos y familiares, le hará un examen y le recomendará que se haga pruebas o procedimientos para ver si tiene anemia, cuál es la causa y qué tan grave es. Esta información le servirá al médico para tratar la anemia y el problema de fondo que la causa.

La mayoría de las anemias son tratables,  por eso es importante un diagnóstico exacto.  Con frecuencia la anemia es fácil de tratar,  el tratamiento que el médico elija depende del tipo de anemia que usted tenga, de la causa de esta y de su gravedad. Si usted sufre anemia leve o moderada y no tiene síntomas o si la anemia no está empeorando tal vez no necesite tratamiento. El tratamiento de algunas anemias consiste en modificar la alimentación y tomar suplementos nutricionales. Para otras anemias el tratamiento consiste en medicinas, procedimientos, cirugías o transfusiones de sangre (en el caso de la anemia grave). Al consumir una alimentación saludable usted se asegura de obtener una cantidad suficiente de los nutrientes que su cuerpo necesita para producir células sanguíneas sanas. Entre estos nutrientes se cuentan el hierro, la vitamina B12, el ácido fólico y la vitamina C. Consumir alimentos y bebidas que contengan: verduras, frutas, cereales integrales, productos lácteos descremados o con bajo contenido de grasas, mariscos, carnes magras y aves, huevos, frijoles, chicharos, nueces y semillas. Procure que un estilo de vida saludable sea la meta de toda la familia y muéstreles a sus hijos cómo elegir alimentos saludables cuando no están en casa.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.