domingo, 28 de mayo de 2017

Genéricos intercambiables.

El mercado de los productos farmacéuticos es uno de los más fructíferos en todo el mundo, y ello se debe principalmente al crecimiento del número de pacientes con enfermedades crónicas, a la aportación que la propia industria ha tenido para la prevención y el tratamiento de las enfermedades, pero también a la amplia publicidad desarrollada mediante estrategias persuasivas y a la relativa impunidad al asignar precios. Observo con frecuencia que la gente se siente insatisfecha cuando al acudir a un servicio de salud determinado, solo les dan lo “habitual” o lo “convencional”, pero: ¿No ha sido de la misma manera, en política, también?

Todos los medicamentos son fármacos pero no todos los fármacos son medicamentos. Los medicamentos son sustancias que se utilizan para la prevención, diagnóstico y tratamiento o control de las enfermedades, así como para alterar con un fin médico las funciones normales del organismo (como los inductores del parto, los anticonceptivos, los supresores de la producción láctea, etc.) Al medicamento que es resultado de una investigación y que sale al mercado con una denominación distintiva (nombre comercial) se le llama innovador (¡exacto!; similar a la selección de algún candidato). Es necesario considerar la posibilidad de que los profesionales de la salud se confundan sobre las ventajas y desventajas de los medicamentos genéricos, copias o similares. La decisión sobre cuál tratamiento es el mejor, de acuerdo con las posibilidades económicas, la deben tomar en conjunto el médico y el paciente mediante una comunicación limpia y clara. Una vez establecida la mejor alternativa, el paciente no debe aceptar que alguien, excepto un profesional de la salud, le cambie el medicamento de la receta con el pretexto de darle otro más barato o mejor; ni permitir que le cambien la receta en una consulta médica realizada a toda prisa. Si decide optar por una segunda opinión para indagar acerca de las opciones terapéuticas, el paciente debe exigir que se le realice un examen médico completo y no sólo un interrogatorio simple y breve.

En el tema político, esto es muy similar, haciendo una analogía usted esta acostumbrado a que le proporcionen algún “nombre” por algún partido determinado, haciendole creer que es un candidato “genérico”, pero cuando este candidato cambia de marca, es decir: pierde la patente con su partido (laboratorio), cambia hasta de color y se puede volver a vender, ¡ojo! No significa que sea mejor, significa que es igual. Nombre genérico, es aquel que se establece por organismos oficiales nacionales e internacionales; son de propiedad pública y no están protegidos por una patente. Por lo general es corto, es más fácil de retener y de recordar, y tiene la ventaja de que es utilizado en todo el mundo tanto y es de tal utilidad que en México, la Ley General de Salud establece que el médico, el único autorizado para recetar, debe de prescribir por nombre genérico, y si lo desea puede escribir otro nombre (el comercial) La sociedad actual está atenta a que en la mayoria de los casos, los partidos políticos conservan los mismos nombres o apellidos, como un laboratorio conserva sus patentes, como si no hubiese otra opción, y nos recetan a los ciudadanos, lo mismo y a veces mas barato, que a la larga nos ha salido carísimo.

En este sentido vale la pena señalar que el incremento en los precios de medicamentos no solo se dispara por el índice de precios al consumidor, sino de otros insumos para la salud. En otras palabras, la velocidad de crecimiento de los precios de medicamentos supera a la de cualesquiera otros productos o servicios, tan parecido a la politica ¿cierto? Con el tiempo esto llega a ser un problema de comunicación entre los médicos y los pacientes, entre los médicos y los médicos, entre los fabricantes y los médicos, y entre los educadores médicos y los estudiantes de medicina, quienes durante su formación escolarizada estudian los medicamentos por su nombre genérico y al llegar a los ciclos clínicos se enfrentan con los nombres comerciales, pero siempre hay opciones de primera, segunda o cuarta línea. ¿Y en política? ¿En serio no tienen mas opciones?

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.




domingo, 21 de mayo de 2017

La inseguridad como problema de salud pública.

La delincuencia y la percepción de inseguridad son situaciones sociales que, por sus consecuencias, se han convertido no solo en temas de debate, sino en un problema de salud pública. La delincuencia, especialmente la que implica violencia, se asocia no sólo con daños físicos como lesiones y hasta defunciones, sino también con el deterioro del capital social y con una merma en la calidad de vida de la ciudadanía, lo que contribuye con su menor desarrollo y en la mayoría de los casos, un circulo vicioso generando mayor violencia. En los últimos días, este tema ha generado controversia por el problema de inseguridad en el que se envuelve la ciudad de Hermosillo, pero le pregunto lector ¿y donde, no?

Este deterioro en la calidad de vida se ha evaluado, en el ámbito médico principalmente, a través de dos grandes indicadores: la felicidad, como componente afectivo, y la satisfacción con la vida, como componente cognitivo. Se ha constatado una relación negativa entre la tasa de agresiones, la percepción de felicidad y la satisfacción con la vida. Esta relación puede atribuirse al hecho de que ser víctima, especialmente de delitos violentos, es un factor estresor no normativo (no común) que supone una merma significativa de la satisfacción con la vida; es decir, ocasionan un trauma a futuro, que contribuirá a generar conductas determinadas que afectara el circulo donde la persona se desenvuelve. En los últimos días a lo largo y ancho de Sonora escuchamos, leemos y en el peor de los casos somos testigos o victimas de delitos violentos; secuestro exprés, asalto a mano armada, ejecutados y heridos, lo que es muy lamentable. Un estudio reciente encontró que la experiencia de victimización no ejerce ningún impacto significativo en la satisfacción con la vida, por lo que se deben considerar otras variables o factores. En este sentido, en otros estudios observaron que la victimización se asocia con una menor calidad de vida cuando se tiene en cuenta la satisfacción con el vecindario y la pareja ¿quién vive agusto teniendo problemas con estas dos “variables”?. Se dice que una disminución de la satisfacción con la vida en los ciudadanos que perciben su comunidad como un lugar inseguro, son mas propensas a enfermarse ¿y como no? El estrés generador de enfermedades tales como: Hipertensión, Diabetes, Dislipidemia, Dolores de cabeza, Gastritis y hasta Obesidad (sí, la obesidad también está relacionada al estrés).

Las personas que tienen un sentimiento de modo negativo en su comunidad y la perciben como insegura informan de cambios en sus hábitos y rutinas diarias: reducen los intercambios sociales, evitan conductas antes habituales como salir de casa o transitar por lugares considerados peligrosos, y asumen más medidas de protección en el hogar, lo que parece incidir de manera negativa en la satisfacción con la vida. La sociedad teme salir a realizar actividad física al aire libre en algún parque, los estacionamientos de tiendas comerciales, ya no son seguros, llevar a los niños a lugares recreativos al aire libre ya no es opción en algunos casos y las familias desean quedarse en casa y lugares como las escuelas antes lugares considerados tan respetables como una iglesia (¡esta tampoco!) Ya no lo son.

Sin embargo, son pocos los trabajos en los que se ha analizado el vínculo entre la delincuencia y la satisfacción con la vida en contextos de elevada criminalidad, como México. La incidencia delictiva en México se ha incrementado de manera considerable en los últimos años. Según los datos publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el número de actos delictivos registrados ha aumentado de manera alarmante, en Sonora por igual, la violencia es, al menos en Cajeme, alarmante, considerada una de las 50 ciudades mas peligrosas del mundo (al igual que Acapulco) pareciera que no cede la violencia en dicha región, a pesar de tantos anuncios como medida de rescate; el grupo BORT, la policita rural, la gendarmería, la policía militar, ¿quién me falta? Los Power Rangers, nomas. Lo cierto es que en Sonora, ya la inseguridad, pasó a ser un problema de salud pública.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.



domingo, 14 de mayo de 2017

Huatabampo (des) conectado.

Hoy en día, gran parte de los elementos de nuestra vida se vinculan cada vez más al Internet, las tecnologías de la información y comunicación y las interacciones que estas herramientas generan. Desde los sistemas educativos principalmente, que demandan su uso para generar aprendizajes; los de salud, para eficientarlos; hasta el gobierno, para fomentar la transparencia y rendición de cuentas (ajá); y que decir de los negocios y empresas que dependen de gran parte de la conectividad. ¿Se imaginan todo un municipio sin internet? A estas alturas suena raro; pero el pasado fin de semana, Huatabampo quedo prácticamente desconectado por un día.

Internet llegó a México a finales de la década de 1980, junto con los cambios políticos, económicos y culturales que rearticularon el mundo y a la sociedad en su vida diaria. A 25 años de la primera conexión entre el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Texas, de acuerdo con cifras oficiales, solo 43 millones de mexicanos tienen acceso a la red, lo que equivale a 38% del total de la población. Dentro de esta brecha se añade la generacional, ya que poco más del 70% de los internautas tiene menos de 34 años y, de estos, los que la han incorporado a su vida cotidiana y productiva son los jóvenes urbanos de mayor escolaridad. Al inicio de la administración del presidente Peña, surgió un proyecto llamado: México Conectado a través del cual pretendían iniciar todo un despliegue de la red de banda ancha en espacios públicos, escuelas y los centros de gobierno del país. Sonaba bien en un principio y poco a poco fue perdiendo credibilidad conforme pasaba su mandato, la conectividad no llegaba a todas las escuelas y mucho menos a los espacios públicos, y los recortes al presupuesto contrastaban con las altas cifras que se llevaban varios ex gobernadores y uno que otro funcionario que se daba sus lujos como relojes carísimos o viajes en helicóptero. Hasta la fecha, según la información del sitio web del proyecto, se han habilitado 100,00 espacios para proveer el servicio de Internet de banda ancha, pero la realidad es que al proyecto todavía le falta mucho por hacer, si es que lo hace.

Uno de los retos que tienen los gobiernos consiste en disminuir la brecha digital para favorecer la innovación, mejorar los procesos educativos, de salud, de gobierno y para permitir a los ciudadanos acceder a un universo prácticamente ilimitado de información que les haga partícipes activos en y desde la sociedad del conocimiento. Pero parece que esa era de “ilustración” aún no llega para todos, y mucho menos a los municipios pequeños. ¿Se imaginan las consecuencias de un día sin internet para una ciudad? No, estimado lector, no se trata de un “detox digital” como usted esta pensando, va mucho mas allá, no todo en internet son redes sociales o chats; las consecuencias sería tiendas de autoservicio cerradas, bancos cerrados, servicios públicos a medias (a cuartos o a quintos en un lugar como Huatabampo), escuelas limitadas, estudiantes con problemas para su aprendizaje, maestros con dificultades en su planeación o entrega de trabajos, hospitales sin la conectividad entre los diferentes servicios haciéndolos menos eficientes, y sobre todo, una muestra de lo dependiente que es la sociedad actual a la tecnología y lo difícil que es adaptarse a un mundo  sin ella para regresar al pasado.

Eso fue lo que pasó en el municipio de Huatabampo el pasado fin de semana, que por si fuera poco no es la primera vez; comercios limitados para vender sus productos, cajeros sin servicio, red de telefonía celular nula, y haciendo lo que usualmente suele hacer: retroceder como municipio. ¿De quién fue la culpa? ¿Quién asume los daños ocasionados? ¿A cuanto ascienden las perdidas ocasionadas? ¿Qué hace el ayuntamiento? ¿Qué hacen sus Diputados (tantos que tiene el mpo. y ninguno visita el terruño)? ¿Les importará? o ¿se está acostumbrado a tantos daños causados por los que creen ser dueños del municipio que ya la sociedad ni se inmuta de ello? Lo cierto es que Huatabampo todavía, no esta conectado.


Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.




domingo, 7 de mayo de 2017

Calidad en los servicios.

A partir de la posguerra principalmente en Japón, al tomar conceptos realizados en Estados Unidos, se inició el concepto de calidad como un enfoque principalmente industrial, las grandes corporaciones estaban buscando como realizar mejoras en sus productos y dentro de sus mismas organizaciones, alguien pensó que era buena idea llevar estas ideas al servicio público y evaluar mediante diversos instrumentos, la calidad. Estos conceptos pueden ser aplicados perfectamente a los modelos de atención de salud, y es hasta la década de los cincuentas cuando se crea en los Estados Unidos, la entonces Comisión Conjunta de Acreditación de Hospitales. A partir de entonces se inicia la época del Aseguramiento de la Calidad.

En México existe una larga experiencia en métodos de evaluación, a partir de la experiencia del IMSS, quien es la institución que mas ha medido este concepto, sin embargo nunca ha existido una estrategia de aseguramiento con sistemas de acreditación. En México desde 1984, con la introducción del concepto de garantía de calidad se abre un horizonte para mejorarla continuamente. Su operacionalización ha ido mucho más allá que la simple evaluación y se ha enfocado a proveer herramientas prácticas para saber que es lo que se debe hacer cada día para lograr la garantía deseada. Es imprescindible definir los conceptos de calidad que no se deben de tomar como entidades individuales sino como un conjunto de estrategias para el mejoramiento continuo de la calidad, esta va enfocada a responder del servicio que se otorga de manera que se proteja al paciente íntegramente como ser humano contra riesgos innecesarios y se le proporcionen los mayores beneficios posibles. Para lograr la garantía de calidad es necesario que todos los miembros del grupo de trabajo, ya sea de un área específica o de una organización completa sean ellos mismos quienes identifiquen los problemas y se den las soluciones necesarias. Esta metodología está encaminada a que los integrantes se comprometan con los objetivos planteados. Para lograr niveles óptimos en la calidad del servicio, debe de ser capaz cualquier miembro del área de poder desarrollarlo. Para lo cual debe de existir una autoridad que sea la persona que supervise y dirija las actividades, así mismo todos los integrantes actuar con un alto sentido de responsabilidad y concientización de la importancia. Debe de existir también una buena comunicación de las diferentes soluciones o propuestas tomadas para un determinado problema. Todo lo anterior, dentro de una organización como un hospital por ejemplo o cualquier unidad de salud, que pretenda alcanzar sus objetivos planteados.

Aunque inicialmente el control de calidad se aplicó solo a la fabricación industrial, enseguida se extendió su campo de acción a la prestación de servicios, donde también podemos incluir el área de salud, aunque dentro del entorno médico hay sectores que por sus características, más asimilables a la industria, tienen una mayor tradición en el empleo del control de calidad; como son los laboratorios de análisis clínicos (hematología, bioquímica o microbiología), o los bancos de sangre. Sin embargo las técnicas han sido utilizadas también en otros entornos, como puede ser por ejemplo en la monitorización de fallos en operaciones quirúrgicas, y su campo de aplicación está limitado tan sólo por nuestra imaginación, ya que cualquier actividad humana es susceptible de ser cuantificada y por tanto monitorizada para mejorar su calidad, desde el tiempo de espera de un paciente que acude a consulta, hasta el porcentaje de pacientes que cumplen adecuadamente el tratamiento prescrito, o el mismo registro de datos en la historia clínica del paciente. Según los expertos uno de los mayores problemas para generar una imagen de calidad en México ha sido provocada por la misma política económica del estado, los monopolios, la debilidad de la pequeña y mediana empresa y por ende la falta de la competitividad. El hecho de que la economía mexicana sea abierta la enfrenta a un mundo altamente competitivo lo cual la ha forzado a incrementar sus estándares de calidad lo que mejora la imagen de las instituciones y la prestación de servicios.

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.