En la actualidad estamos
ante una inminente tercera ola de contagios. En los últimos días se han
registrado en promedio más de 3 mil 500 casos de personas contagiadas por el
virus de covid-19 y eso refleja que seguimos ante una pandemia descontrolada. Se
veía venir con la llegada de la Semana Santa y las playas, el comienzo de las
campañas políticas y la irresponsabilidad de sus candidatos; todo ello aunado a
lo lento de la vacunación, es d esperarse una fuerte tercera ola de contagios.
Hace unos días la
autoridad sanitaria federal anunció que se había registrado un repunte en, al
menos, 10 entidades. Y es que seguimos con una escasa disciplina social
para disminuir los contagios. Las oleadas
de casos de esta enfermedad seguirán en todos los países hasta que se logre la
inmunidad de rebaño de las poblaciones, no hay otra forma de evitarlas. Lo que
sí se puede hacer es reducir la intensidad de cada
nueva ola. En México, esa inmunidad de rebaño no se va alcanzar
sino hasta dentro de un año, más o menos. El distanciamiento social, que
significa estar físicamente separado, tampoco se ha cumplido. La OMS recomienda
mantener una distancia de, al menos, un metro y medio con los demás. Es una
medida general que todas las personas deben adoptar, incluso si se encuentran
bien y no han tenido una exposición a covid-19. Cuando alguien con una
enfermedad respiratoria, como la infección por el SARS-CoV-2, tose o estornuda,
proyecta pequeñas gotitas que contienen el virus. Si se está demasiado cerca,
se puede inhalar el virus. De ahí la insistencia de que todos entendamos que
esta medida nos protege. Desde hace 20 días que comenzaron las campañas
electorales, todos los candidatos han incumplido con el protocolo sanitario que
recomendó el INE para la realización de actos masivos, y por lo tanto han sido
poco empáticos con las personas que se han enfermado de covid-19, o que han
perdido a uno o más miembros de su familia. En prácticamente todos los actos de
campaña hay incumplimiento a las medidas preventivas. Hay candidatas y
candidatos que congregan a cientos de personas en lugares cerrados y sin
ventilación; abrazan a los ciudadanos y, desde luego, no guardan la sana
distancia. Se vanaglorian con actos llenos de gente sin la llamada sana
distancia y peor aún, no se percatan del uso de cubre bocas. Se les ve
realizando recorridos (con poca gente, hasta eso) y recorriendo las calles sin
cubre bocas y saludando de mano a la población, siendo irresponsables en la
salud y que posteriormente lo harán en su respectivo cargo (si es que llegan). Ahora
bien, el 6 de abril se emitió la Política Nacional de Vacunación contra el
virus SARS-CoV-2 para la prevención de covid-19 en México. En ella se comunica
información importante: tenemos en el país 5 vacunas disponibles de acuerdo con
la autorización de uso de emergencia, 4 de ellas requieren dos dosis y la de
CanSino sólo una. Al día de hoy se han vacunado casi 15 millones de adultos y
aún faltan 75 millones más. Se recorrió el calendario, originalmente programado
en el mes de diciembre, y se aplazó la vacunación para el grupo de edad de 50 a
59 años. Y hace una acotación respecto al nivel de exposición del personal de
salud y la resistencia a vacunar al personal que trabaja en el sector privado,
un desprecio inexplicable.
La autoridad sanitaria federal mexicana ha insistido
que los criterios para la vacunación son los siguientes: edad de las personas,
comorbilidades, grupos de atención prioritaria y comportamiento de la pandemia.
No obstante, la autoridad sanitaria federal ya “metió a la fila” a los
maestros. Esta estrategia de vacunación ha sido improvisada, se han tomado
decisiones tardías y fallidas. Y se ha intentado lucrar políticamente con ella.
Enfrentamos un panorama complicado, si analizamos la situación de Brasil,
Chile, Argentina, entre otros. El modelo de comunicación del gobierno federal
está agotado y no ha provocado que se mitiguen los contagios ni las defunciones.
Existe un riesgo latente de enfermar o morir en México. Pensemos en salud,
porque hay otros padecimientos que se han desplazado y ya no pueden esperar. El
Subsecretario López-Gatell ha admitido que le
preocupa una tercera ola, como la que ha endurecido las restricciones en
el resto del mundo para contener los contagios de coronavirus. Los dos
primeros golpes de la pandemia dejaron a México como el tercer país del mundo
con más exceso de mortalidad. Las cifras actualizadas sobre el exceso de
mortalidad publicadas por la Secretaría de Salud muestran que hay un desfase de
294.287 fallecimientos “asociados con coronavirus”, un 61,4% más que las
muertes por la enfermedad comunicadas oficialmente hasta la fecha. Estadísticas
nada alentadoras para una tercera ola.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.